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Hermosillo: “Quiero trabajar para ellos, porque conozco el dolor”, afirma don Ancelmo

Brinda 900 alimentos al día a niños, migrantes y adultos mayores en el Poblado Miguel Alemán

HERMOSILLO, Sonora.- “Ya llegó, el Espíritu Santo ya llegó”, se escucha a niños cantar mientras un grupo de voluntarias ambienta el comedor donde 300 niños reciben sus alimentos cada día.

Antes de sentarse a la mesa de este comedor, creado hace catorce años por Ancelmo Ayala en el Poblado Miguel Alemán, los niños cantan dos alabanzas, realizan una oración y esperan en su lugar la llegada de su comida.

Ancelmo y un grupo de mujeres voluntarias preparan estos alimentos a diario para niños y adultos vulnerables de la Costa de Hermosillo.

Es la mano de Dios, nosotros ponemos todo, desde las 02:00 están haciendo la comida y las manos voluntarias de las madres que vienen con sus hijos, ahí vamos, correteando la comida acabalándonos, pero gracias a Dios nos alcanza, si hay sólo arroz y dos tortillas gracias a Dios para ellos es comida, a veces la única del día”, expresó.

Chemo, como es conocido, recibe el cariño de las decenas de niños y el respeto de las voluntarias, pues en esta comunidad la población migrante y en situación vulnerable incrementa cada día.

Ancelmo Ayala llegó a la Costa de Hermosillo cuando tenía 11 años, acompañado de sus padres en busca de una mejor calidad de vida, pero aunque la vida no le sonrió tan rápido y enfrentó muchas dificultades, ahora busca cómo ayudar a quienes están en la misma situación que él estuvo.

“Soy de Chihuahua, llegué igual que estos niños a los 11 años y pues no puedo olvidar mi niñez tan bonita de lo que es tener hambre y hoy quiero trabajar para ellos porque conozco el dolor”, dijo.

ARDUO TRABAJO

Durante 20 años se dedicó a la elaboración de figuras de palo fierro, con el tiempo logró poner un negocio con su familia y de ahí ha podido sacar el sustento y ayudar a migrantes, adultos mayores y niños en situación vulnerable.

''Vine con mis padres vinimos emigrando como ellos, con la ilusión de salir adelante, con mucha hambre, con mucha necesidad y sin tener ni una soda que tomarnos, y ahora que Dios nos da la oportunidad de hacer algo por ellos, no podemos dejar de hacerlo”, expresó.

Cada día él y un grupo de voluntarias alimenta a más de 300 niños y 300 adultos mayores y migrantes. A los niños les brinda desayuno y comida, por lo que la cifra total de platillos que realiza cada día aumenta a 900.

Para poder preparar esta cantidad requiere de 6 mil pesos diarios, la mitad la pone él, producto de su trabajo y negocio, y el resto, gracias al poyo de ciudadanos que le donan despensas ocasionalmente.

A veces sólo es arroz, frijoles y tortillas, otras hay la oportunidad de comer pollo, pero nunca se va una persona sin comer. Ancelmo compra los insumos en el Poblado, y una o dos veces a la semana acude a Hermosillo al Banco de Alimentos o a recoger apoyos de algunos ciudadanos.

DE MADRUGADA
“Chemo” tiene el desayunador del migrante donde da desayuno a cerca de 300 migrantes y adultos que viven en situación de calle, que no cuentan con trabajo o migrantes que llegan en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Desde las 02:00 horas ya hay personas voluntarias preparando los alimentos para que a las 06:00 lleguen a desayunar; después se van al comedor de los niños, donde preparan alimento para 300 niños a las 07:30 horas.

A medio día da comida a los mismos 300 niños y al menos a 40 adultos mayores que llegan al lugar a recibir probablemente la única comida del día.

Además desde hace cinco meses tiene un asilo donde da alimento y techo a seis adultos que rescató de vivir en las calles.

También tiene un banco de ropa, con donaciones de la misma comunidad brinda vestido al menos a 60 personas cada día y de manera gratuita.

Para Ancelmo el poder realizar esto todos los días, no es obra de él, sino de Dios, que cada día le da la oportunidad de poder reunir los insumos para alimentar a tantas personas. También de la labor de los voluntarios y de algunos ciudadanos que realizan donativos para poder cumplir con esta labor, que aunque difícil, Chemo considera que es necesaria para seguir adelante.

¿PUEDE APOYARLO?

Si desea apoyar, puede comunicarse con Ancelmo Ayala: 66-21-03-98-02

Y NO SÓLO ES EL COMEDOR

Hace cinco meses tiene un asilo, donde brinda cobijo a seis adultos mayores que rescató de vivir en las calles.
Tiene un banco de ropa. Así puede dar vestido al menos a 60 personas al día, de manera gratuita.
Atiende el desayunador del migrante, donde brinda alimento a cerca de 300 personas, entre migrantes y personas en situación de calle.
Comedor de los niños, donde se da alimento a 300 menores de edad.
Chemo” tiene el desayunador del migrante donde da desayuno a cerca de 300 migrantes y adultos que viven en situación de calle, que no cuentan con trabajo o migrantes que llegan en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Fuente: TANYA VÁSQUEZ