HERMOSILLO.- En las ultimas semanas llanteras de Hermosillo se han visto saturadas debido a la gran cantidad de trabajo que han tenido por el exceso de baches y presencia de lluvias en la ciudad.
Efectivamente, cuando llueve aumenta en sobremanera las llantas ponchadas, reventadas y rines lastimados porque los baches se llenan de agua y no los vemos, explicó Elsa Bringas, propietaria de la llantera Kumaro.
Lo normal es que caen en ellos y se abren las llantas, entonces nos saturamos de trabajo, por decir algo, si del uno al cinco siempre estamos en tres, después de las recientes lluvias estamos en cinco, siempre, dijo.
Los daños que pueden recibir las llantas debido a los baches, van desde una ponchadura, hasta la pérdida total del neumático o rin, lo que ocasiona siempre mucha frustración a las personas, comentaron los llanteros de la ciudad.
Normalmente las llantas se truenan, ya sea que se ponchen con la basura y dañen el cachete, o se piquen, a veces echan a perder el rin, o lo dejan así como mordido, expresó Carlos, empleado de una llantera ubicada sobre el Camino del Seri.
Por decir algo, cuando vienen después de una lluvia o días posteriores, en el 70% de los casos la llanta ya no puede ser salvada, y se enoja la gente, porque muchas veces son hasta nuevas, comentó.
EN BUEN ESTADO
Para la mayoría de las llanteras las ultimas semanas han sido bastante ajetreadas, sobre todo por la necesidad de conseguir llantas en buen estado, y poder ofrecerles una opción útil a las personas.
Las ultimas dos semanas yo he tenido por lo menos un 20 ó 30% más de clientes, porque vienen con la llanta hecha pedazos, comentó Francisco Vásquez, trabajador de la llantera El Chanate.
La batalla es ofrecerles una llanta buena, económica, porque muchas veces no tienen para una nueva, que cuesta por lo menos mil pesos, entonces ocupan opciones a más bajo costo y no los vaya a dejar tirados, a veces tenemos que buscarlas por fuera, pero siempre se logra, afortunadamente, recalcó.
RECOMENDACIONES
-No salir en su auto caso de lluvias, si no es necesario.
-Cambiar las llantas una vez que pasen más de tres años, estén lisas o en mal estado.
-Siempre manejar con precaución, sobre todo si no es posible visualizar correctamente el camino.
Fuente: Leonor Hernández
