No hay que ser un experto para darse cuenta que la pandemia vino a acelerar el proceso de evolución o desaparición de los periódicos impresos en México.
Este fenómeno ya se venía presentando con mayor fuerza en los últimos años, pero a partir del 2020 se recrudeció bastante, obligando a decenas de diarios a dejar de imprimir o incluso muchos de ellos a cerrar sus puertas.
Según un reporte del Instituto Reuters, la crisis sanitaria dificultó aún más transportar los periódicos a los puntos de venta y a los clientes les cuesta conseguirlos. La crisis ha acelerado casi sin lugar a dudas la transición hacia un futuro 100% digital.
En Estados Unidos este fenómeno ya viene sucediendo desde el 2017, solamente en el 2020 se registró el cierre de al menos 60 periódicos y cadenas gigantescas como el USA Today y el New York Times redujeron el salario e incluso despidieron a miles de sus trabajadores.
Según una investigación del sitio web Future Exporation Network, los periódicos en México como existen hoy en día, con papel impreso, estarían desapareciendo en su totalidad en el año 2033.
En Hermosillo, los diarios locales luchan a diario una batalla para sobrevivir, buscan evolucionar para no desaparecer, agilizan el manejo de su información y tratan de hacer un reseteó de sus reporteros y jefes de información para que eso suceda.
Algunos de ellos, debido a la pandemia, dejaron temporalmente de imprimir, otros de plano ya le están apostando más a su lado digital y otros desafortunadamente están muy cerca de cerrar.
Y es que si ya tuve la información de algún evento al instante en mi celular, en alguna página web o red social, ¿cómo por qué tendría que comprar al día siguiente un papel impreso con la misma noticia que ya leí horas antes?
Lo que deben ofrecer los impresos es ya una información extraordinaria, un seguimiento a esos eventos, apostarle a su fortaleza que es la investigación y de esa forma ganarle la batalla a las redes sociales, pero desafortunadamente muchos o la mayoría en la capital sonorense no lo hacen.
Ganan la batalla
Aquí es donde las redes sociales o las páginas web le han estado ganando la batalla a los periódicos tradicionales, ellos ya nacieron con ese nuevo chip, saben que la información se debe de ofrecer al instante, hacen transmisiones en vivo desde el lugar de los hechos, van actualizando la información conforme pasan los minutos, mantienen pues al ciudadano, al borde de la silla con los acontecimientos.
Muy contrario a las redacciones de los medios impresos, donde el reportero obtiene la información, se dirige a su lugar de trabajo, la presenta al jefe de información o editor, la redacta, la entrega, se va a su casa y así es como se pública hasta el día siguiente en papel.
El reportero ya desocupado en su casa, no hace un trabajo de seguimiento de su nota y la termina entregando al ciudadano ya totalmente obsoleta.
Todo este fenómeno se refleja totalmente en el número de seguidores en redes sociales, en donde páginas webs o en Facebook con apenas unos años de haber sido creadas, tienen cantidades muchísimo más altas que periódicos con décadas de existencia.
No me mal interpreten, hay periódicos que ya están haciendo un esfuerzo para sobrevivir, incluyeron a pesar del costo que esto representa, personal para el área digital, quienes buscan meter en la pelea a sus medios, la clave aquí es que los reporteros, acostumbrados a entregar tarde la nota, lo hagan al instante, para colaborar con estas nuevas áreas.
Como lo mencioné antes, los periódicos le deben apostar a su fortaleza que es la investigación, le llevan años luz en ese aspecto a las páginas de Facebook, deben también evolucionar, acelerar la entrega de la información, llegar a los nuevos mercados, consolidar la transición del papel a lo digital, meterse a la jugada de lleno y recuperar el terreno que han venido perdiendo en los últimos 15 años.
*El autor de esta columna es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con más de 20 años de experiencia como reportero, editor, productor y jefe de redacción en los medios de mayor importancia del Noroeste de México.
Contacto: delarosahmo@gmail.com
Fuente: Allan de la Rosa