pues luego de escuchar la noticia de que senadores del PRI y PVEM intentan cambiar el sentido de la ley 3 de 3 y dejarla en dos de tres, la acidez debe tenerlo boca abajo.
Y es que el miedo de políticos corruptos salpica a borbotones, la iniciativa que surgió de la sociedad, se sigue estancando, no la dejan avanzar, y su aprobación como tal, se aleja cada día de una posible ley que tienen como objetivo principal, reducir en gran medida los riesgos de corrupción.
La iniciativa de ley es muy extensa, pero vale la pena mencionarles que dentro de ella, se encuentran puntos que ya son contemplados en otras leyes, como peculado, soborno en diferentes modalidades, malversación y desviación de fondos, así como tráfico de influencias, los delitos más comunes de corrupción en los gobiernos incluso, mundiales.
La suma de Priistas y Verde Ecologistas en el Senado, hacen la mayoría, por lo tanto, la modificación que hacen a la ley, seguramente permanecerá indeleble hasta el día de su votación.
La modificación es sencilla, le agregan solo la simple palabra, "podrá", mire usted, con ese simple cambio, deja al libre albedrío a los políticos y servidores públicos para que sus declaraciones puedan ser entregadas a medias, es decir, el "podrá" deja libertad insana a hacerlo o negarse a hacerlo, lo que hace añicos el sentido de la iniciativa y para lo que se busca aplicar esa ley.
La iniciativa original está anclada en dos vertientes fundamentales en el desarrollo de la misma.
"La reforma constitucional en materia de combate a la corrupción publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de mayo de 2015, deberá ser desarrollada por dos leyes generales y diversas leyes federales y de las entidades federativas. Las leyes generales que expresamente son referidas por la reforma corresponden; la primera, a la distribución de competencias entre los órdenes de gobierno para establecer las responsabilidades administrativas de los servidores públicos, sus obligaciones, las sanciones aplicables por los actos en que éstos incurran y las que correspondan a los particulares vinculados con faltas administrativas graves que al efecto prevea, así como a los procedimientos para su aplicación. La segunda Ley General deberá establecer las bases de coordinación del Sistema Nacional Anticorrupción a que se refiere el artículo 113".
La idea es inmejorable, pero la triste realidad se asoma por una pequeña rendija de la ventana, una realidad lastimosa, que duele, que ofende al ciudadano, una realidad que todos conocemos pero que pocos nos queremos dar cuenta que todavía es irreversible.
Los políticos, en los Congresos pueden cambiar, mejorar, modificar y hasta enaltecer una ley, pero también pueden pisotear una iniciativa sutilmente, depositarla en la congeladora hasta su inevitable olvido, incluso, pueden y hacen leyes a su antojo, la moldean a su medida,
riegan pues, las semillas de la corrupción de una manera tan "legal", que solo basta con la mayoría en el pleno, cabildeo correcto y amarres en las altas esferas para destruir el camino de la anticorrupción, que otros empezaron a empedrar.
Aquí es cuando el grito ensordecedor de un pueblo callado debe imponerse, la inconformidad del manejo que le dan los políticos a las cosas unilateralmente debe cambiar, pero, será posible ver a México en paz luchando por lo correcto? Estamos preparados?, me preguntaba un amigo.
La ley 3 de 3 es solo un instrumento más en la búsqueda de una verdadera democracia, un camino que hace muchos años se extravió, la corrupción ha copado de manera tal a México que hasta se ve masivamente como algo normal, el ciudadano tiene expresiones como, "que robe pero que salpique", u otras como "el que llegue va a robar". Nos tienen en la lona.
La corrupción en México es tan "normal", que hiere pelear por el cambio, porque no sólo es cambiar el sistema, convencer a los políticos de que lo más importante es el pueblo, cuando sus actos evidencian que para ellos lo más importante es engordar sus cuentas bancarias hasta provocar obesidad mordida, si no que también debemos acribillar la idiosincrasia que lacera el pensamiento colectivo. Ahí radica el verdadero problema.
Y sí! cada vez se ven más cambios, gente interesada en aniquilar ese pensamiento, pero aún falta mucho, un puñado de pensadores, de gente bien intencionada no vasta para salpicar de vergüenza a cientos de políticos vividores, que exponen sus cualidades para el beneficio de unos cuantos, olvidando por completo a aquel que vota, que sufre por comida, que batalla para darle estudio a sus hijos, ellos, están olvidados en el altar de la desvergüenza.
La ley 3 de 3 se está desintegrando, la están aniquilando, la mutilarán a su antojo, y la corrupción quedará a expensas de los corruptos. Quién lo podrá evitar?
Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
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