Opinión

La agenda de AMLO para Sonora.

Por David Parra

La visita de un presidente a un estado de la república necesariamente tiene que cumplir mínimamente con tres aspectos: El de la formalidad, lo que tiene que ver con la agenda que se anuncia. Hacer política, lo cual implica encuentros públicos o privados con los factores regionales del poder o los negocios y darle mantenimiento al partido al cual pertenece, aunque en el discurso se tenga que decir que se gobierna para todos y que no interviene en la vida partidista de su marca. Ajá.



En el caso de la próxima visita del 2 de septiembre que ha anunciado el presidente de la República a Sonora, habrá dos principales temas en la agenda de formalidad: La reunión del gabinete de seguridad en la que anunció estará presente, misma en la que estará por supuesto el jefe de la plaza política, Alfonso Durazo y el encuentro con los padres de la guardería ABC, a casi un año de haber asumido la responsabilidad, donde debe haber ya una muy fina operación para que este encuentro no resulte en un desaguisado para el mandatario, lo cual pasa por darle a los padres que reclaman justicia en el más amplio de los sentidos, algo muy diferente a lo hasta ahora históricamente escatimado. Difícil encuentro, sin lugar para las dudas.



En lo referente a hacer política, el gobernante está obligado a los acercamientos con aquellos grupos que tienen peso en la sociedad y por supuesto con el gobierno local, incluso cuando no pertenece a su partido, con el que todo hace pensar que tiene una magnífica relación. Recordemos que la clave en política es entablar, mantener y cancelar alianzas y buena parte de esta visita puede consistir en el segundo concepto ya que, aún le falta al proceso electoral donde se pasa al tercero o se vuelve al primero.



La agenda partidista también es parte de una visita presidencial, a veces de manera discreta, otras de manera medio pública y otras tantas mal encubierta en algún evento público, pero finalmente el Presidente pertenece a un partido el cual, en este caso, se debe a él y viene a hacerle balance, a señalar errores y a regañar extraviados.



La agenda formal puede incluir fácilmente además de la reunión del gabinete de seguridad el caso del gasoducto inconcluso Sásabe - El oro, el cual por exigencias de la tribu Yaqui, que según sus voceros no han sido atendidas, ahora con el reciente acuerdo anunciado hace un par de días entre el Presidente y los hombres de negocios involucrados, seguramente podrán resolverse por arte de magia chamánica.



Otro tema importante es el de la terminación de la carretera 15 que el Presidente Enrique peña Nieto autorizara para su reconstrucción desde estación Don hasta Nogales con concreto hidráulico, la cual está por concluirse, con la observación de qué gran parte de la carretera sigue siendo de asfalto y eso ya tiene inconforme a buena parte de la ciudadanía.



El otro tema, el de la agenda siniestra podemos decir, plantea el reto de estabilizar la plaza, la cual según el mapeo del crimen publicado recientemente por Animal Político, está en disputa desde Cajeme hasta Caborca, al menos entre dos grupos principales que han mantenido al estado en una situación de violencia inédita, sobre todo por su duración e intensidad, lo cual para el Secretario de Seguridad Pública, el paisano Alfonso Durazo, dista mucho de la realidad de otras latitudes del país, que para el respetable, no es consuelo ni razón para dar las gracias.



Otro tema en materia de seguridad es el experimento que se está realizando en Sonora con la militarización de los mandos policiacos, en donde ha habido serias resistencias por parte de algunos ayuntamientos que pertenecen al partido del Presidente, no así en el caso de la alcaldesa de Hermosillo para ambos supuestos, quien se distingue por sus lealtades y fobias coyunturales, que inmediatamente acató la instrucción incluso haciendo evidente su renuncia a sus propias facultades, en un acto de alineación y balanceo con Alfonso que debe haberle redituado la providencial simpatía del Bavispeño, seguramente por un rato.



La visita presidencial también suele albergar a las expresiones civiles de diferentes grupos entre los que sobresale el caso de los campesinos quienes, al igual que antes, “sin que los vean ni los oigan” ya por meses en un plantón frente a la SEDATU en Hermosillo los ahora depositarios del poder que antes estaban del otro lado de la barra, en virtud de que exigen que la maestra Petra Santos permanezca al frente de esa instancia que les recuperó la esperanza de ser restituidos en documentados casos de despojo que hiciera públicos la Ebrardista, a quien renunciaron de una manera poco decorosa quienes operaron una instrucción nacional con poca pulcritud y gran desfachatez, ante lo que según el respetable, fue un acelere de la maestra que se tomó demasiado en serio su papel y que pisó cayos de cuello 18 que seguramente intervinieron para su inmediata remoción, y la removieron por andarle removiendo.



Esta situación resalta especialmente porque Petra Santos es una respetada luchadora social identificada con Marcelo Ebrard, quién es ejecutada en territorio de Alfonso Durazo y que pone al Presidente en medio de la reeditada histórica disputa Camacho -Colosio entre dos de sus principales fichas para el gobierno y para la sucesión, quienes eran en aquel entonces de los 80’s particulares de ambos presidenciables, esto además un sutil tufillo a fuego amigo que flota en el ambiente, lo cual a su vez pone a la maestra en una situación muy contradictoria para alguien con su trayectoria, viéndose en una inesperada lucha por mantener el puesto cuando a ella históricamente se le reconoce por la irreverencia, rebeldía y arrojo, pero lejos de juzgarla, podemos decir que los años de lucha ya aportaron cambios y que llega el momento en que hay que pensar en uno mismo, lo cual es por demás legítimo y bien puede ser el caso de la querida por propios y extraños Petra.



Por el lado de la agenda partidista, Andrés Manuel no puede tener peor escenario para morena en Sonora, habida cuenta de que no existe un liderazgo sólido vigente en la entidad, aparte de Alfonso Durazo, quien obviamente ya no puede hacerse cargo de algo tan lejano a sus actuales responsabilidades y que por virtud de no tener un liderazgo real para su relevo en la entidad, corre el riesgo de colocar a una ficha disfuncional que mantenga el partido del Presidente en la situación que le hemos visto desde que Alfonso (Durazo) fue llamado al siguiente nivel, además de que hay presión de grupos ligados a otros actores como Marcelo Ebrard, que están buscando la dirigencia del engendro político que quiere dar el salto a partido, a la par de una alcaldesa de Hermosillo que sin pertenecer a morena o tener una definición ideológica clara, sustentada en su propia historia, mantiene en aras de su ambición, con muy buenas posibilidades dicen los que saben desde dentro, la intención de presidir o incidir en la dirección de morena, tal como lo señala sin rodeos ni sutilezas Gerardo Murrieta, duro adversario conjurado de Durazo.



En este contexto podemos inferir que la prioridad del Presidente en esta visita es poner orden en la casa, si, pero en la casa partidista y que su campaña interminable está a la vista donde las acciones de gobierno se subordinan a la intención de reafirmar la marca, hasta por encima de la realidad.



Más allá de cualquier otra reflexión, es bueno que el Presidente visite nuestra entidad, donde esperamos que además del recuento hipotético anterior, traiga cosas buenas para los sonorenses.