Opinión

La estatización del país, para allá vamos.

POR ARMANDO VÁSQUEZ A.

EL GOBIERNO DE LA República cuenta con 25 grandes empresas que nacieron inicialmente como programas y que al término del día se les conoce como paraestatales. Son las que aprovechan ese gran mercado que es el pueblo y sus necesidades de servicios, que a final de cuentas existen porque son necesarias y se considera que no pueden estar en manos de particulares, conforme a ese pensamiento que desde tata Lázaro ha predominado y que conocemos como izquierda compuesta.

Es decir, es un tipo de izquierda a la mexicana.

Así tenemos el surgimiento de empresas públicas como Pemex, CFE, Infonavit, Aeropuertos y Servicios Auxiliares –ASA--,Nafin, Capufe, Banobras, Diconsa, Liconsa, Fovissste, SuperIssste, Sociedad Hipotecaria Federal, Bancomext, Pronóstico para la Asistencia Pública, Lotería Nacional, Metro del DF, Banjército, Instituto Mexicano del Petróleo, Compañía Mexicana de Exploraciones, Afore XXI, Telecomm-Telégrafos, Correos de México, Financiera Rural, Pensión Issste y Fonacot.

Esta amalgama de organizaciones tuvieron como origen el mejoramiento de la economía mexicana y darles el servicio de atención que la población requiere. Ya sabemos que el común denominador fue que la corrupción contaminó todo.

Con Salinas vinieron algunas disyuntivas como la venta de Telmex, empresa que en tiempos de Echeverría compró el gobierno federal –adquirió casi todas sus acciones—y que todo mundo vivimos el sufrimiento que significaba contar con uno de esos aparatos en la casa, sobre todo cuando había quejas.

Con Carlos Slim las cosas cambiaron. Vaya, hasta los Elektra se vieron beneficiados con un TV Azteca que les vino a quitar el monopolio a Televisa que ahora son los grandes ganadores con AMLO al manejar a través de Banco Azteca más de cinco millones de tarjetas que los viejitos, jóvenes y todos aquellos beneficiados con dinero, deberás asistir a sus sucursales para hacer efectivo su dinero. ¿Usted cree que no vayan a aprovechar para venderles algo?, en fin, pero esto es punto y aparte.

Lo mismo ocurrió con algunos sectores como el agrícola en cuanto a los ejidos, una pesada lápida que fue necesaria transformar vía Salinas, con apoyo del PAN en la mente de Luis Pazos para que ese lastre dejara de serlo. Hubo un respiro entonces y más o menos se visualizó una tendencia que se detuvo con el derrumbe económico del 94 –y los famosos capitales golondrinos que merece columna aparte--, y que, sinceramente no avanzó más esa transformación de los ejidos pues la voluntad política se acabó.

Recuerde que tanto las cooperativas como los ejidos, como modelos de organización de apoyo popular viene desde tiempos de Lázaro Cárdenas.

Hubo otras empresas que han desaparecido, sobre todo del ramo industrial como Altos Hornos y el gobierno tuvo que entrar al esquema de tratados internacionales –sobre todo en tiempos de Miguel de la Madrid--, para permitir que se instalaran en México fábricas de autos, maquilas especializadas, entre otras, y para ello firmó tratados comerciales. Con Salinas se dejó en claro que Estados Unidos y Canadá serían los principales promotores de la industrialización y productividad general mexicana, de allí la firma del TLC.

Por cierto, se profesionalizó el Inegi –con estadía en Aguascalientes y que tardó ocho años en salir de la capital, para contar con una herramienta adecuada con los indicadores necesarios para saber cómo vamos y si hemos avanzado o retrocedido en cualquiera de los rubros tanto económicos como sociales.

El hecho es que la 4T ya metió mano en las 25 empresas gubernamentales mencionadas al principio y bajo el amparo de la corrupción como un síntoma general de inoperacia de tales instituciones hizo los cambios primero de personas y luego de procesos.

Los errores los conocemos, colocó a personas que no conocían del tema, y ejemplos hay muchos, preponderó, sin importar su capacidad, a aquellos con pensamientos de la izquierda compuesta quienes luego crearon modelos y procesos de trabajo que serán difíciles de erradicar aun y cuando pierdan la próxima elección presidencial. De allí la prisa de AMLO por desbaratar lo construido y volver a reconstruirlo a su manera.

A su vez, el nuevo modelo de gobierno, trata de imponerse en distintos rubros: sindical, agrícola, ganadero y gran industria y comercio, que todo conjunto pegado conforman la gran base que da autosuficiencia y estabilidad de distintas índole a nuestro México. Hay otros como el turístico, comercio interno y externo, maquila y académico, que está siendo atacado pero en un segundo plano al considerarse como piezas no tan fundamentales en los flujos propios del país.

La mayoría de las empresas grandes –como Walmart, por ejemplo, las maquilas de Matamoros, etcétera--, han tenido acometidas sindicales, ya veremos otro tipo de accionar similar sobre todo en las mineras que ya vimos lo que pasó con lo que aportan al fondo minero que se agenció para su manejo el gobierno federal.

El hecho es que, aunque me vea trastabillante en esta serie de comentarios pues el tema requiere de la extensión de un libro, trato simplemente de dejar en claro que en estos ocho meses de gobierno, pues empezó AMLO a desfigurar el país desde un día después de ganar la elección, estamos entrando a modelos de destrucción, más que de construcción, y ello en tiempos nos está pegando en la economía al bajarse las percepciones de crecimiento de un cuatro por ciento –según AMLO--, a un 2.4 y que según el Fondo Interamericano de Desarrollo, si bien nos va, vamos a quedar entre 1.5 y 2 por ciento.

Es preocupante. Sí.

¿Cuándo usted, estimado lector, va a observar y que debe preocuparse por el futuro de este país, de su persona y de su familia?

1.-El primer indicador será sin duda cuando empiece a echarse mano de las reservas nacionales para para poder sufragar los costos que significa el bienestar social de AMLO con la entrega de dinero a ninis, viejitos, estudiantes, madres sin guarderías, familias de huachicoleros y lo que se sume, que es recurso que no produce más que simpatía para que Morena logre perpetrarse en el poder.

Ese accionar del uso de las reservas nacionales conllevará a una espiral inflacionaria y los productos empezarán a incrementarse. ¿Y sabe qué lector? Esta medida de otorgar dinero sin sustento productivo no sobrepasará los seis meses pues no hay dinero que alcance para mantener a los 60 millones de mexicanos que estarán a la espera del recurso. El dinero se va a acabar y de dónde cree usted que echarán mano para sostenerse: exacto, de las reservas federales y claro siempre habrá justificaciones.

2.- El segundo indicador inmediato serán las fallas que se presentarán en todas las empresas de gobierno ya mencionadas pues el factor conocimiento (que es un producto) no está en las consideraciones de la 4T como ya lo hemos visto.

Esto conllevará a una disrupción en el engranaje y funcionamiento de tales organizaciones que ya hemos visto tanto en Conacyt, Fondo de Cultura Económico, Sader, el Banco de México, la Secretaría de Energía, y en otros programas relacionados con el combate a la corrupción, entre otros fuera del parámetro de las grandes empresas públicas.

3.- Como comentábamos líneas arribas, el dinero tiende a acabarse, sobre todo porque los ingresos se disminuyeron, aparentemente a la mitad, en el caso de la frontera con EU –son seis estados mexicanos—y de allí lo que mencionó el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera como una medida para hacerse de más recursos y que AMLO vino a dar al traste en una de sus mañaneras al tachar que sus adversarios quería que se cobraran más impuestos.

Insisto, si el dinero se acaba, ¿de dónde van a sacar más dinero si el presidente ya aclaró que no habrá nuevos impuestos?

4.- Otro indicador sustancial y que ya vimos que pegó duro en los estados fue la disminución de los presupuestos, pero si la tendencia sigue, como creo que ocurrirá, el año que entra con seguridad se reducirá al doble lo que se quitó hoy. Es decir, los estados con menos población votacional, como es el caso de Sonora, sufriremos las consecuencias de un presupuesto netamente pro electorero y no hay que ser un genio para entender esto.

5.- Y por último, la capacidad de endeudamiento de los estados y de los municipios que no están en los contextos presupuestarios de la 4T, sufrirán las consecuencias del desgaste de su máquinas que, por ejemplo, sirven para la recolección de basura, barrido de calles o bien, patrullas para el control de la delincuencia.

Y sí, eso lo viviremos en carne cada ciudadano que no esté encuadrado en los intereses propios de esa famosa visión 4T como es el caso de Sonora, donde por cierto, se nos colocará al ciudadano una correa para que entendamos que si votamos por Morena vamos a poder evitar esos futuros desequilibrios sociales al no contar con los servicios básicos y ocurrirá lo que decía Paco Ignacio Taibo con ese rollo de la doblada.

¿Regresaremos acaso a la estatización de la banca como ocurrió con López Portillo, a la estatización de los procesos comerciales agrícolas aduciendo una mejora directa al pueblo bueno y sano, a la constitución de cadenas de gasolineras, ampliación de las universidades pro Morena que ya vimos que no cuentan con el Revoe oficial y por lo tanto 19 son piratas, etcétera?, ¿ O habrá que esperar a ver qué otras ocurrencias surgen en las mañaneras?

Lo más grave, ¿dónde está el México respondón, que no se deja tan facilmente embaucar y que se preocupa por el futuro de este país?

EN FIN, mejor nos preocuparemos dentro de un año, total, nadie hace nada, son pocos los que protestan, no hay problema. Por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría

Armando Vásquez Alegría

Archivo Confidencial