Opinión

Una marcha con un silencio ensordecedor...

Resaltar es poco, y este espacio es mínimo para expresar los sentimientos que se esparcieron durante la marcha de periodistas en Hermosillo para protestar y exigir de manera pacifica no más muertes a colegas.

Y es que reporteros, conductores, camarógrafos y fotógrafos se olvidaron del asfalto burbujeante por el calor que emergía del suelo, el sol que caía a plomo sobre sus "lomos", eso era irrelevante, lo importante fue demostrar la unión que existe entre el gremio y el repudio que se esparce por todo México por los asesinatos de 106 periodistas y la reciente caída de Miroslava Breach.

Inconformarse con asuntos que nos dañan como sociedad, siempre será importante, es vital como sociedad, y comunicadores, periodistas y reporteros así lo hicieron; sin embargo y desgraciadamente no se puede lograr mucho, el 99 por ciento de los periodistas asesinados han sido por asuntos del narcotrafico, un cáncer que se ha vuelto imposible controlar.

Mire usted, desgraciadamente los que escriben, hablan y oponían sobre narcotráfico y narcotráficantes son blancos inertes de las personas que se dedican a esta labor, y cuando se sienten amenazados por esos comentarios actúan sin distinción de sexo, edad ni nada, su rabia y venganza se desata, la ira baña de plomo a personas que hacen su trabajo, solo eso, que informan, lo que evidentemente no conviene a ciertos intereses.

El reclamo social y ahora de periodistas es sin duda, por la nula operatividad del gobierno, su opacidad es pasmosa, las investigaciones reales brillan por su ausencia, es más, no parece, evidencian que les importa poco una vida, un comunicador, les vale madre, y aunque en su retórica va implícita la demagogia dañina, ya nadie les cree.

Los periodistas estamos a la buena de dios, somos objeto de amenazas, tráfico de influencias, nuestros escritos son supervisados por intereses malignos, la información es en muchas ocasiones mutilada. Sin embargo la lucha se hace a diario, nadie nos protege, no existen leyes lo suficientemente recias como para ejercer la libertad de prensa.

Las que hay, son de papel, pues el índice de castigos a asesinos de periodistas es endémica, no funciona como tal, estamos inmersos en un mar de desprestigio sin saber hasta dónde somos culpables de la libertad. Nadie se fija en esos detalles, se cree que se puede decir todo sin esperar revanchas, a veces no son de muerte, pero en muchos casos la libertad de prensa se paga con despidos, nos quitan la pluma, el micrófono, nos quitan la dignidad.

Nos critican por no "decir la verdad", pero qué saben muchos de las peripecias que pasamos a diario por decirla, nuestra voz está expuesta a reclamos, denostaciones, en mucho casos sin razón, nuestra "libertar" está en el puño de medios de comunicación, y de los intereses que se tienen, y no es que no sea válido, pues al final del día son empresas lucrativas.

Sin embargo, las formas son tan importantes, que si las sabemos manejar se pueden decir verdades, pero caemos donde mismo, ¿Quién nos protege?, ¿Quién nos dice qué tendremos empleo seguro después de decirla?, Cómo evitamos ser víctimas de las balas?

Muchos critican, pero la mayoría no sabe que nos la jugamos, que hacemos enemigos peligrosos, que otros nos ven como peste, y que no somos bienvenidos en vastos lugares. Aun así, la profesión lo vale, es necesario llevarla a cabo, es vital que nos expresemos, sin la
Prensa nuestro país fuera aún peor de lo que tenemos.

Los periodistas somos instintivos, y los 106 que han muerto por decir "la verdad" ya no están para expresarse, ya no están con sus familias, a las que dejaron a la buena de dios. ¡NO!, ya no están para informar.

Y ahí se gesta la pregunta del millón. ¿Habrá valido la pena su osadía, valentía y profesionalismo?, ¿Será canjeable una vida por una nota?
El narcotráfico es un mal que no ha podido ser detenido por el Gobierno, por el Ejército, la Marina, por las policías estatales y municipales. ¿Quién nos dijo que con plumas y Micrófonos se puede abatir?, ¿Quién?, que nos diga cómo sin en ello jugarse la vida.

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
Cualquier duda, aclaración o crítica mi correo es jessolfi@gmail.com Twitter @jessolfi_y