Opinión

La renuncia simulada de Ernesto “Borrego” Gándara

Columna #ContraPeso Por Jesús Olivas Figueroa

Desde hace semanas se venía cocinando en el PRI una maniobra política diferente, deshacer el lazo que amarraba a Ernesto Gándara con una marca que debería cargar durante su trajín en la campaña venidera.

Ayer tarde la cocción finalizó, y mediante sus redes sociales anunció su renuncia al Partido Revolucionario Institucional, una renuncia que lleva consigo engaños, medias verdades, un insulto a la inteligencia de los sonorenses, una vacilada pues.

De su texto me quedo con dos párrafos;
Uno, y dice, “Lo digo con toda claridad, firmeza y contundencia: Mi renuncia no es ruptura, no voy a hacia ningún otro partido”.
Dos: El día de mañana presentaré la renuncia a mi condición de militante del PRI, continuando como simpatizante ciudadano...

Mire usted, primero dice que romperá sus ligues con el “Tricolor”, lo que evidentemente es claro que no será así, por ello insisto en que la verdadera razón de esta artimaña electoral es la de tratar de engañar a la ciudadanía, pintándose de color ciudadano sin lijar el color rojo, es decir, como decía mi abuela, de dientes para afuera.

Además, al decir que continuará como simpatizante es, a razón de los partidos políticos, la misma gata pero revolcada, Ernesto Gándara seguirá siendo priísta por dentro y por fuera, aunque se ponga ropajes distintos, sus entrañas, sus raíces seguirán siendo rojas. De eso no hay duda.

Lo que me llama la atención es qué con esta maniobra desteñida crean de verdad que la ciudadanía se las va a comprar, en serio pensarán qué los sonorenses siguen durmiendo bajo los influjos de la dosis del engaño rancio que les medicaba el PRI de antaño? De verdad crearán eso?, o simplemente será una forma distinta de intentar seguir manteniendo el poder por el poder?

A mí, en lo personal me parece aberrante la jugada, y es que no veo por ningún lado una pizca de veracidad, es más, intento y busco en los escombros de la actual realidad priísta y no veo por ningún lado extractos de sinceridad en el texto de Gándara Camou, y es que es evidentemente claro, su renuncia la debió haber efectuado hace 11 años cuando le dieron una patada para quitarle la candidatura en el 2009, o por lo menos el 2015, cuando le repitieron la dosis; por qué hasta ahora?, en pleno año electoral? Por qué hasta ahora que ven claramente qué los números no les dan y que ahora que está más cerca de ceñirse la candidatura del PRI, se dan cuenta que no le ayuda la marca.

Para engaños, medias verdades y simulaciones sí, sin duda le damos el Oscar.

Le están apostando a un arrastre político que quedó en el pasado, una figura que está desgastada por su propio peso
específico de pasar a la historia como un tipo dejado, cabeza agachada y por demás “institucional”, así lo dijo cuando aceptó su derrota el 2015, pero ahora la pregunta vuelve a la palestra, ¿ahora la institucionalidad no importa?

Hace unos meses en la mesa de periodistas Libre Opinion dijo que jamás renunciaría al PRI que es su Partido, lo qué pasó ayer realza aquellas palabras que Eduardo Bours dijo en una entrevista, “El Borrego no tiene palabra”.

El consciente colectivo cada vez está más despierto, veremos si la ciudadanía compra tal baratija, veremos si se van en el viaje de una apuesta envuelta por el engaño, por la simulación, prácticas que Ernesto Gándara ha dominado durante muchos años cobijado por el rancio priísmo.

No cabe duda que la desesperación es mala consejera, es un tiro que se tenían que aventar, y es que, no les quedaba de otra, a los ojos de todos, saben que mientras no haya jaque mate, deberán mover sus piezas en el ajedrez a diestra y siniestra, más siniestra que otra cosa, pero lo harán.
Veremos pues, el nivel de raciocinio de los ciudadanos, veremos pues, si esta obra mal escenificada les rinde frutos, o será el último clavo en el ataúd “Borreguista”.
¿Qué pasará con Pedro Ángel contreras que quiere contienda interna a pesar de la “renuncia” del Borrego”?

Fuente: Jesús Olivas Figueroa