Opinión

¿Otra vez la maestra?

Columna #Contrapeso por Jesús Olivas

Recordamos todavía las bolsas más caras del mundo, departamentos en zonas exclusivas de Estados Unidos, cuentas bancarias obesas y decenas de señalamientos por corrupción cuando estuvo al frente del SNTE.

Aquellos años donde el sindicato de maestros, el más poderoso de América Latina, y con el cual el Partido en el poder trabajaba de la mano tejiendo próximas elecciones para mantener la hegemonía en las cámaras baja y alta, gubernaturas y la mismísima presidencia de la República, pareciera que se vuelven a asomar luego de la aprobación por parte del Tribunal Electoral del Partido de Elba Esther Gordillo, Redes Sociales Progresistas, (RSP).

La maestra es una de esas políticas que muchos ya hacía extintas de la política mexicana, sobre todo, luego de pasar algunos años en la cárcel por aquellos señalamientos de corrupción de los que les hablaba.

Sin embargo, desde que salió de la sombra, y volvió de lleno a la política, dicen algunos, cobijada por la mano del presidente, las antenas volvieron a cimbrar, y cómo no, si lo que temían ya se concretó.

Gordillo ha vuelto por la puerta delantera, es peligrosa, se corre el riesgo de que vuelva a meter las manos en el magisterio, unos dicen que ya las metió, y por lo tanto, volver a controlar a un gran número de maestros en pos de las próximas elecciones.

Mientras eso se concreta, y créame, se concretará, ya tiene su Partido, liderado por su yerno, un organismo político que tendrá que ir el próximo 6 de Junio solo en las boletas, sin embargo, de facto sabemos y lo hemos vivido, de lo que es capaz la maestra chiapaneca.

Es inconcebible la política mexicana, y es que dígame usted, cómo una persona que estuvo en la cárcel por corrupción comprobada, vuelva como si nada pasó, como si el país estuviera esperando su regreso, como si lo que hizo ya fuera normal. Triste y muy decepcionante.

Elba Esther Gordillo debería estar en su casa, arraigada por su edad, pero no, está suelta, con un Partido Político a su disposición para trabajar con el mejor postor. La pregunta es, ¿será Morena?, ¿Volverá su amor por el PRI?, o le tocaría el corazón el señor de los cielos durante su estadía en la cárcel y ahora pastoreará al rebaño que la sigue para resarcir el daño que ocasionó por un apostolado de vida y verdad. Será a caso que dejó en una celda la ambición y le llegó por obra del Espíritu Santo la aureola? Será?

Fuente: Jesús Olivas Figueroa