Hermosillo.- Alrededor de 400 llamadas por semana son las que se reciben en promedio a la línea 9-1-1 desde mediados de marzo, por parte de personas que se encuentran en resguardo domiciliario, para ser atendidos por ataques de ansiedad o depresión, informó Juan Manuel Tong, director de Salud Mental de la Secretaría de Salud.
En la mayoría de los casos, son los familiares los que deciden marcar para pedir asesorías por parte de especialistas para superar esos momentos negativos que empiezan a ser recurrentes en sus allegados, luego de estar asilados durante varios días o semanas.
Aseguró que todo el personal asignado a ese trabajo cuenta con la preparación suficiente para ayudar a los afectados a superar esos lapsos.
Hasta el momento, no hay registro de suicidios relacionados con el encierro por la contingencia, apuntaron.
Fuente: Por Gil Reyes
