Deje le explico, para ella, a pesar de que las arcas del Ayuntamiento están vacías, y que luego de terminar esa entrega recepción se dio cuenta que el municipio ha sido saqueado, habló fuerte y sin titubeos del buen futuro que le espera a Hermosillo bajo su mandato.
Tomó protesta, y fue directa, dejó claro que mientras ella tenga las riendas de la administración capitalina, se acabará la corrupción, las facturas apócrifas serán parte del pasado, y que ninguna licitación para obra se saltará el riguroso proceso de transparencia.
Si bien es cierto López Cárdenas mostró ese lado duro, inquebrantable que ha acostumbrado a desnudar su pensamiento mediante mensajes rectos, y a veces sin filtro, me parece que el haberle negado la posibilidad de lanzar el mensaje que seguramente traía planeado la Jefa de la Oficina de la Gobernadora Natalia Rivera no fue lo políticamente correcto que se hubiera deseado.
A quién hizo tragar grueso fue sin duda a la alcaldesa saliente Angelina Muñoz, quien a sus espaldas estiraba su rostro cada vez que Célida López azotaba con furia los datos que desvestían la corrupción que según ella se ha encontrado en la ya, pasada administración municipal.
El beneficio de la duda y esperanza de que López Cárdenas transforme a Hermosillo por supuesto que la tiene, sin embargo, con el cuadro que ella misma pintó, la rúbrica detallará una tormenta en puerta, y mucho, pero mucho trabajo sin tintes claros de una compostura pronta.
El equipo de trabajo de Célida sabe de antemano que van a trabajar 24/7, y que como el juramento Yaqui, no tendrán hambre ni sueño, se olvidarán del cansancio, y el beneficio del ciudadano deberá ser la prioridad.
A Célida no le ayuda mucho olvidarse de los filtros, como Diputada nunca lo hizo, y a juzgar por su primer mensaje como Alcaldesa, los próximos tres años no lo hará, aunque debería por lo menos hacer política de la mano con otras autoridades, creo que terminará por hacerlo, López Cárdenas es una mujer inteligente y sabe perfectamente que le conviene a Hermosillo.
Los enfrentamientos restan, por ello deberá utilizar esa mano izquierda que tiene, y aunque tendrá una mano firme que le ayude en la Secretaria del Ayuntamiento como Alfredo Gómez, al final del día la responsabilidad será de ella.
Veremos pues, si la transformación llega en buenos términos o se desvirtúa por la falta de recursos, dinero que debe ser gestionado por otras vías y para eso, la munícipe deberá emplear sus conocimientos de gestión, una estrategia que todos los gobernantes tienen pero pocos lo ponen en práctica.
Y
Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja.
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