Opinión

AMLO, ¿Fenómeno imparable?

En el 2006 se decía que los Estados fuertes de Andrés Manuel López Obrador se concentraban especialmente en el centro y sureste del país. Hablaban de la pobreza de ellos y el perfil de seguidores del ex Jefe de Gobierno del otrora DF.

Luego en 2012 se decía básicamente lo mismo, aunque con ciertos tintes de que en el norte las cosas empezaban a cambiar de manera favorable para el Tabasqueño. Y es que los poco más de 200 mil votos que obtuvo López Obrador en Sonora en la última elección constitucional, prendieron los focos rojos de los que todavía gobernaban con cierta tranquilidad.

Sin embargo, la coyuntura actual desviste una realidad que priístas y panistas se negaban a ver, o simplemente no esperaron que llegara, aún con esos síntomas que cada vez evidenciaban más un realce de AMLO en la entidad.

Las cosas se empezaron a complicar con la gestión de Peña Nieto, pues la fortaleza de conocido “Peje” dejó de resumirse solo en el centro y suroeste, con una pequeña dosis en el norte, la situación que actualmente goza el candidato de morena, abarca prácticamente todo el país, lo que ya no solo preocupa a su oposición, sino que ahora ocupa y mucho.

Pero aterrizando en Sonora, hasta hace seis años era impensable aún con aquellos 200 mil sufragios de los que hablábamos, que Andrés Manuel tuviera tal posicionamiento que encuestadoras serias y no, le den una clara ventaja, lo que jamás había sucedido en la entidad, pues el bipartidismo había dominado históricamente el plano electoral sonorense.

San Luis Río Colorado y Nogales, en estos
municipios aterrizó el de Macuspana este lunes, la respuesta afortunada. Sonora se empieza a convertir en un fuerte más para él, lo siente, por ello tanta visita. Y seguirá, hacia el sur, Guaymas, Pótam, Ciudad Obregón y Navojoa.

Andrés Manuel López es producto de la perseverancia, de la paupérrima gestión que han plasmado panistas y priístas, del hartazgo social por un nivel de vida en decadencia, en muchos casos humillante, de un círculo rojo que despertó, y uno verde que ya dejó de creer en cuentos de hadas.

Y sí, también López Obrador maneja propuestas adornadas, que quizás no se puedan cumplir, pero también es parte de ello, y es que ese círculo verde lo dice, “no importa que no me saque de pobre, votaré por él porque ya no quiero PRI ni PAN”. Hasta ese razonamiento le favorece, se convertirá para muchos en la otra opción, en una forma de castigar letalmente los años de corrupción que en unos casos se han comprobado y en otro se han escapado, pero que en ninguno de ellos, el pueblo se ha tragado tanta podredumbre que nos han querido hacer comer.

El fenómeno López Obrador ya llegó también a Sonora, es palpable, y los adeptos que ya se ganó, por convencimiento propio o por hartazgo de otros, no cambiarán de opinión en cuanto al voto que habrán de hacer efectivo el 1 de Julio.

Algunas encuestas hablan de 20 puntos de diferencia entre el puntero y el tercer lugar, y poco más de 10 con respecto al segundo, una brecha que cada vez se está haciendo más ancha y que parece irreversible.

Hay otras expresiones coloquiales que dibujan a la perfección el muro histórico que se está conformando con ese pincel democrático.

“No más PRIAN; Basta de los mismos; el odio que la ciudadanía tiene por el bipartidismo que ha dominado a México por tantos años, pudiera llegar a su fin.

Los síntomas ahí están, evidentes, palpables, y Sonora es uno de ellos, muy significativo, no cabe duda que la ola López Obrador se convirtió en tsunami, fuerte y al parecer imparable.

Y es que hace un mes, analistas de altos vuelos y no, coincidían que López Obrador ya había llegado a su techo, y que ese 30, 32 y hasta un 35 por ciento que le daban las encuestas, era lo máximo que alcanzaría, pero jamás previeron que los otros dos candidatos no alzarían vuelo definitorio, por lo tanto, en las últimas encuestas el “Peje” ya anda hasta en los 42 puntos porcentuales.

Después surgen las preguntas...
¿Convertirá el “Peje” a México en otra Venezuela de Chávez?
¿Será un gobierno absolutista?
¿Coartará la libertad de expresión?
¿Se peleará con todos?
¿Reformará la constitución para reelegirse?

Preguntas obvias que se han insertado en la mente de muchos mexicanos gracias a las campañas negras que le han tejido desde los Pinos. Sin embargo, México cuenta con una estructura mucho más fuerte que eso, en lo personal no creo que pase nada, es más, volteemos a la hoy Ciudad de México, y analicemos lo que hizo, lo que intentó, y lo que el sistema bien establecido con el que cuenta el país no lo dejó.

Andrés Manuel López Obrador es el candidato a vencer, y a falta de dos meses y medio, parece que no hay campañas negras que lo frenen. Y cómo sus adversarios no han podido levantar y contagiar a sus seguidores y mucho menos a los indecisos, parece que el suelo del “Peje” está por cumplirse. Veremos.

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
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