Opinión

Angelina Muñoz, una Alcaldesa suigéneris

Es un deleite escucharla. La enjundia que imprime en sus mensajes, la gesticulación que a veces termina en la frontera de la exageración y ese sutil color de rosa.

Es un deleite escucharla. La enjundia que imprime en sus mensajes, la gesticulación que a veces termina en la frontera de la exageración y ese sutil color de rosa.

Y es que para ella la política no es una opción, los meses que le quedan al frente del Ayuntamiento los espera gastar en esfuerzo, trabajo arduo, negociación y demás, pero nunca en pleitos que arriesguen la buena voluntad de la burocracia capitalina.

Angelina Muñoz Fernandez no arriesgará su estatus ganado, terminando su gestión como Presidenta Municipal Interina de Hermosillo, tiene planeado volver a lo que le gusta, a su empresa, la Arquitectura.

Sabe de la dificultada que enfrenta, pero la afronta con madurez, es directa, te mira a los ojos, la cuestionas y te responde enérgica, pero nunca ofensiva.
Para cada pregunta tuvo respuesta, muchas de ellas con sólidos argumentos.

Angelina es dueña de una convicción inquebrantable, está segura que las cosas se pueden hacer, que el tener menos significa hacer más, lo lógico lo hace añicos, y es que la experiencia de vida la ha enseñado a que las barreras no son invencibles, y que existen aceros para derrumbarlos. Su fe en que las cosas se pueden hacer la ha llevado a consolidar una forma de trabajar muy peculiar, per efectiva.

Sin lugar a dudas, evidentemente el tiempo no le alcanzará para resolver los problemas por los que atraviesa Hermosillo. Lo sabía, tanto así que en la charla con la mesa de Periodistas Libre Opinión, confesó que le bastará con darlo todo como persona, empleada de los hermosillenses y Presidenta Municipal.

Inteligente sí, hábil sin duda, una dama preparada para retos, también, Angelina se hace querer, su natural gusto por la vida y los chorros de entusiasmo que le imprime a cada acción que lleva a las colonias, la ha hecho una Alcaldesa suigéneris.

Aferrada a la idea de que para ella la política acabará junto a su gestión. No le interesa nada más, ni puestos en gabinetes, ni elecciones en puerta. Muñoz Fernandez sabe lo que quiere, y esparció sobre la mesa que la vida política en su carrera, tiene los días contados.

Luego del “Maloro” Acosta a Hermosillo no le pudo tocar nada mejor, digo, para terminar una gestión en santa paz, fue capaz de bajarle los decibeles de percepción con base a su sagacidad, pero sobre todo, hablar con la verdad, un código no escrito para políticos convencionales.

El final de su estadía en el Ayuntamiento, seguramente será con números rojos, el bote pateado a problemas añejos no le
permitirá nada más, sin embargo, me atrevo a pensar que su imagen finalizará sana, sin rasguños, sin azotes que la marquen de por vida.

Para nadie es un secreto que Angelina llegó a la administración “malorista” bajo una advertencia, ayudaría a su amigo, pero hasta ahí, de campañas políticas no quiere saber nada, las grillas le son ajenas y los enfrentamientos para aligerar problemas nunca ha sido una opción.

Hermosillo está en buenas manos, pero solo para cuestiones de amainar, la falta de recurso le ha imposibilitado hacer uso de sus cualidades técnicas para mejorar la infraestructura. Pero aún así, el
Resultado final de este trienio no será responsabilidad de ella, ni positivo, y mucho menos negativo.

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
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