Opinión

Seguridad interna, atenta contra los derechos humanos

Es evidente que la inseguridad en el país ya copó los esfuerzos y capacidades de las autoridades en el ramo, no cabe duda que las acciones correctivas terminaron por hacer más grande la bola de nieve.

No ha habido un gobierno, ni Federal, ni estatal, mucho menos municipal, que deje de lado sus proyectos personales, que azote con furia la estrictamente conocida política, y modere una estrategia rabiosa contra la delincuencia con un sutil baño preventivo.

La prevención no llama la atención, no son posibles votos, la prevención bien manejada dará frutos quizá en 20 años, pero lo más seguro es que sea en mínimo 15, por ello, la mentalidad de los políticos es clara, nadie sembrará para qué otros cosechen. Cuando así debería ser por el bien de los mexicanos.

No ha habido una runfla de diputados que se pongan de acuerdo para hacer leyes que dicten lo anterior, políticas públicas enfocadas a la prevención del delito en todas sus modalidades con candados de acero que obligue a los gobiernos venideros a seguir invirtiendo en ese rubro.

Hasta entonces podrán cambiar las cosas de verdad.
Por lo pronto, nuestros flamantes políticos prefieren la sencillez, han decidido mandar al ejército a las calles de manera constante, en una iniciativa que viola en mucho las leyes ya existentes, y hasta eso que los nombres que eligen son sutiles, pues este fue llamado “Ley interior”.

No se enrede, la famosa “Ley Interior” no es otra cosa más que llevar al ejército a las calles del país, donde uno de los cambios sustanciales será que este, puede ser el primer respondiente en caso de algún altercado.
Algunos expertos en el tema predicen un demás en un futuro, y subrayan que esta ley ya no tendrá reversa.

La “maravillosa” idea que plantean en los Pinos viene de un claro fallido estado de derecho, la seguridad pública ha fracasado, se ha hecho añicos ante tanta corrupción, pobreza, las necesidades del pueblo son vastas, la alimentación es una de las más importantes y más de 50 millones de mexicanos lo sufren día a día.

Otrora la puerta de salida de los funcionarios en seguridad pública era fácil, “esos actos son derivados de la delincuencia organizada”, jamás la perdían, sin embargo, ha sido tal el aumento que el robo a casa habitación, a mano armada, de autos, en fin, de todo, que nuestras flamantes autoridades se dieron por vencidos y prefirieron volver a la época bárbara y mandar al ejército a las colonias.

Una manera sutil de aceptar que fallaron, que el Nuevo Sistema de Justicia Penal vino a vapulear la capacidad que de antemano no tenían los policías. Y es que el papeleo, la burocracia que esto implica opacó las capacidades policiales, si ya de por sí les faltaba poco para desbordar esa incapacidad.

Lo que de plano evidencian con estas medidas de la “Seguridad Interna”, es que el trabajo gubernamental jamás previno, incluso, se hace más evidente en los presupuestos, cada año son menores para rubros que precisamente se enfocan en la prevención. Es ridículo, irrisorio, deporte y cultura es lo ultimo en lo que piensan los encargados de esparcir los dineros públicos.

Así ha sido, así es, y hasta que deje ser, seguiremos escuchando y acatando nuevas leyes que tengan que ver con contraatacar frontalmente a la delincuencia, pero jamás una, solo una bien estructurada que encaje en la prevención.

En San Lázaro ya la aprobaron, la maquinaria priísta arrasó, claro, con sus secuaces para temas torales para la Presidencia de la República, PAN, PRD, Verde, ahora el Senado tendrá la última palabra, y es ahí donde el debate se puso ardiente, pues resulta que algunos panistas no están de acuerdo con dicha aprobación.

Mire usted, lo que desviste esta inconformidad de algunos Senadores panistas, es la falta de liderazgo del Presidente de Acción Nacional Ricardo Anaya, unos obedecen, otros le voltean el rostro. Sin embargo, aún con esas negaciones, seguramente se aprobará por mayoría., ignorando -como siempre-, las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quienes alertaron sobre la Ley de Seguridad Interior, señalando que, en los términos en que pretende aprobarse, contiene preceptos contrarios a estándares en materia de derechos humanos, y no aportaría soluciones reales al problema de seguridad del país.

Las consideraciones son puntuales...
““Entre otras consideraciones, generaría riesgos para la vigencia de los derechos humanos, no aportaría soluciones reales para enfrentar los enormes retos que en materia de seguridad enfrenta el país, fortalecería el statu quo, reduciría los incentivos para profesionalizar a las instituciones civiles y favorecería la consolidación del paradigma militar en materia de seguridad, el cual no ha reducido la violencia y ha aumentado las violaciones a los derechos humanos”.

En otro punto de su misiva, enlistó 14 observaciones a la ley, con puntos como su “ambigüedad de conceptos”, las “afectaciones a la protesta social”, y la “indebida regulación” del uso de la fuerza.

Desgraciadamente la experiencia e historia nos deja claro que los políticos azotarán su furia de poder en contra de los llamados a misa que hacen estas instituciones mundiales, así ha sido, así es; por lo tanto la ciudadanía debe esperar al ejército en las calles.
Como siempre la mejor opinión es la de usted...

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
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