Opinión

Una salvadora percepción de seguridad: Jorge Suilo

No es necesario jugar todo el juego para ser la figura estelar. En el béisbol el cerrador puede resultar la figura más relevante de un partido con tan sólo tramitar el out 27. Right time, right place.

Aroldys Chapman en las últimas campañas vino a ser para los cachorros de Chicago el gran salvador entrando al relevo en la última entrada para sacar 1, 2 o 3 outs resultando ser el jugador más importante para su equipo, así como el más popular para la ciudad de los vientos, cobrando además como si trabajara como uno.
La ciudad de Hermosillo llevaba el partido perdido en la percepción de muchos ciudadanos que sentíamos el agobiante peso de una inseguridad que hace apenas unas semanas parecía palparse en el aire.
Variadas incidencias provocaban esta sensación ya sea por la presencia de personas sospechosas en las calles, por el deambular de indigentes, por la ola de robos que brotaban en todos los puntos de la ciudad, por la falta de respuesta de las autoridades policiacas a los llamados de emergencia, por un sinnúmero de denuncias y noticias fatales, en fin, por una situación caótica que agobiaba y generaba gran inconformidad y enojo social contra la autoridad municipal.
Primero fue la fiscalía con una medida extrema pero oportuna la que rompió la racha al abatir sin miramientos a delincuentes armados y después el nombramiento de Jorge Suilo al frente de la asolada y asoleada ciudad capital, para cerrar la pinza de una nueva sensación de mayor seguridad en Hermosillo que, a partir de estos acontecimientos, se ha sentido diferente.
Al menos esa es la percepción que se genera al bajar considerablemente en la ciudad tanto las incidencias delictivas escandalosas, así como las actuaciones policiacas espectaculares que ocuparon la atención del respetable hace apenas unas semanas en todos los espacios informativos.
Casualidad o resultado, a la ciudadanía nos importa poco incluso si hubiera gato encerrado, porque lo que se aprecia es el resultado, sin importar mucho los asegunes. Pero ahí no acaba el cuento.
Jorge Andrés Suilo Orozco, Comisario General de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal compareció ante la mesa Libre Opinión el día de ayer en nuestra azulada pejezombie mesa de los grillos, para compartir los pormenores de su agenda con las acciones que hasta ahora viene implementando para ofrecer otro rostro de la seguridad hermosillense contemporánea que hace tiempo se percibía ausente.
“Disciplina, orden y trabajo, bajo una supervisión efectiva” es para el ex Secretario del Ayuntamiento la fórmula del éxito en su responsabilidad, lo cual ha sido premisa principal para reagrupar y reorganizar a un cuerpo policiaco que se había relajado y descuidado bajo condiciones equivocadas que fincaron una idea equivocada del servicio, según sus apreciaciones, que derivara en una mala atención a la seguridad municipal.
Con 1200 plazas en la corporación para 1164 efectivos activos, nos compartía el flamante Sheriff del condado, se cubren las seis zonas en que se divide Hermosillo y las cuatro en el área rural con un responsable asignado a cada una de ellas, con lo que se cuenta con una capacidad de respuesta de 28 minutos en promedio, -4 veces mayor que el estándar internacional que es de siete minutos- lo cual habla de un rezago enorme en cuanto a personal y equipamiento, “por lo que las dificultades para brindar el servicio resultan de esa dimensión, en medio de una gran voluntad por hacer lo mejor con lo que se tiene”.
“Por supuesto que existe una coordinación permanente y ahora más consolidada con las demás instancias de seguridad tanto estatal como federal, con lo que se compensa en buena medida y para determinados fines la capacidad actual”, nos comentaba el Comisario Suilo.
“A esto hay que sumarle la parte más sustantiva de las acciones de seguridad, la preventiva”, agregó en su planteamiento, donde 28 dependencias se coordinan con 105 acciones para darle vida a programas como DARE, Escudo Ciudadano o ENCAUSA, con lo que de manera integral y desde la temprana edad, partiendo del núcleo familiar, se orienta y atiende a la comunidad, ya sea para capacitación para el trabajo, proyectos productivos y superación personal y familiar”.
“De igual manera estamos implementando acciones de reconocimiento y estímulo para los elementos policiacos a quienes mediante procesos de evaluación vamos promoviendo de grado de autoridad con lo que su estatus profesional y condiciones laborales pueden mejorar.”
“Reconocemos que está muy desgastada la imagen de la policía ante la población, pero estamos en reconstrucción”, concluyó uno de los elementos visibles más operativos y capaces de la Administración actual que bien puede ganarse un voto de confianza por propio mérito.
Bytheway
En la más reciente temporada de House of cards, vimos a un Frank Underwood llegando a medidas extremas para, por medio del voto del miedo buscar la reelección en la presidencia del imperio, generando un enemigo desde el terrorismo con el cual erigirse como salvador de una atemorizada ciudadanía indefensa, buscando la aprobación de los votantes.
Que provenga de una serie ficticia no significa que esa estrategia en la práctica no se haya utilizado y se siga implementando; en México Salinas inventó un chupacabras, Calderón una guerra ficticia y una epidemia falsa. En general es un recurso que funciona.
Hemos visto un Hermosillo tirado, abandonado en sus renglones vitales en lo que va de la actual administración, presuntamente por las condiciones en las que el gobierno anterior entregara la ciudad y sus finanzas.
Repentinamente vemos ahora un Hermosillo menos abandonado, más atendido, más funcional y remozado de frente a la próxima elección, al menos en sectores y vías de tráfico de mayor carga, lo cual pareciera más producto de un cálculo que de una política prospectiva y fundamentada en la certeza de un proyecto socializado.
La seguridad también luce mejor, al mismo tiempo.
La carpita de los horrores finalmente cumplió con su cometido en Hermosillo brindándole al señor Alcalde una bonita y sagrada plataforma de lucimiento hacia un segmento de votantes que deben haber aplaudido hasta las lágrimas la férrea cruzada del munícipe en contra de la catedral de la maldad que, así como apareció, se esfumó gracias al exorcismo que Maloro Karras le recetara a los chamucos pancheros que no aguantaron el segundo round y salieron expulsados al averno sin derecho a permiso de inspección y vigilancia.
No faltó el espíritu chocarrero, de esos que nunca faltan de indiscretos que saliera chillando de emoción y agradecido por haber ganado el doble sin trabajar. Yo tampoco le entendí.
Espero sus horrorosos cometarios en columna.percepcion@gmail.com