también lo es que la aceitada del equipo logístico está ahora sí a todo lo que da por parte de los diferentes equipos de trabajo.
Esa aceitada conlleva el apoyo económico directo que no garantiza el triunfo, pero si movilizaciones de estructuras que permitan llevar a votar a la gente -acarreo-, por un lado y por el otro, el limitar al máximo al contrincante.
Para que se dé un cambio de sistema no solamente basta con crear el sentimiento de cambio o bien, defenestar de tal manera que se satanice a lo emanado del PRI, en este caso, pues no hay que ser brujos para comprender que el grado de clientelismo político de las diferentes organizaciones que sostienen a ese sistema, les obliga a rayar en la complicidad bajo el entendido de que si cae el representante mayor caerán ellos. Es una táctica tan vieja y enraizada que permite que por ejemplo sea del PRD lasa Ciudad de México.
También, esta complicidad que llega hasta el último integrante de cualquier organización, permite a su vez redefinir destinos y reforzar al máximo la complicidad para que los cambios no lleguen vía voto.
No he visto que los de Morena o el PAN hayan logrado arrastrar a organizaciones, por más que han dicho que se les han unido cientos de liderazgos, lo cual es fácil de señalar y publicar, pero quien sabe si sea benéfico pues muchas veces la tenebra política dicta que enviando a supuestos renegados se permitirá destruir a los contrincantes justamente en el día D.
Es decir, la siembra de topos es tan común que incluso lo hemos vivido en Sonora donde supuestamente un grupo de panistas renegaron de su partido durante la campaña y jugaron el doble juego y cada quien se dice acreedor con la información que proporcionaron o las acciones que realizaron a ser los hacedores y potenciales maquiladores del triunfo logrado por Claudia Pavlovich y con ello ahora, en el actual gobierno priísta exigen y obtienen cargos públicos.
Claro que es diferente la situación con el Estado de México pues allá no ha perdido el PRI y el apoyo de recursos económicos está plenamente aportado pues se supone que dicho estado es la puerta con mira a la silla del 2018. ¿Usted cree que Peña Nieto va a querer perder esa entidad?, suena hasta infantil la respuesta.
Si Morena, principalmente pues el PAN ya se mostró rezagado y al PRD no le alcanzó el estiramiento de la liga, logra dar el campanazo ello será producto de una negociación de otro nivel o bien, de que no hubo el recurso suficiente o no se entregaron adecuadamente o algunos prefirieron no utilizarlos y quedarse con ellos y dirigirlo a su bolsa antes que a la logística. De hecho, le voy más a esto último en caso dado.
Aunque claro está, quienes se queden con el dinero y no lo utilicen van a recibir el coraje de un gobierno federal al que aun le queda un año completo de trabajo y esa ira es difícil de determinar.
Entonces y como estamos en el mundo de las especulaciones, podemos asegurar que quien cuenta con la estructura organizacional, con esas raíces de complicidades con personas y organizaciones, con la famosa Fuerza México que lleva doce años laborando en el Estado de México y con la enceitada suficiente con recursos el día D, sin duda alguna es el PRI.
Ninguno de los otros partidos tuvo la oportunidad, en el lapso que duró la campaña, para cerrar las negociaciones propias y lograr derrumbar de antemano al gigante pues no es un Goliat, son varios.
Y la verdad es que cuando se “siente” que es posible ganar la contienda, empieza una euforia tal entre los participantes que nutre la motivación y dan a conocer sus propias encuestas y las muestran a todo mundo, de hecho, no requieren inventar encuestas como lo acaban de hacer haciéndolas pasar como reales como esa de Mitofsky cuyos dueños de la empresa tuvieron que salir a desmentir que era de ellos.
¿Para qué ese movimiento si podían inventar sus propios números o bien, en sus encuestadoras no salían ganadores o, no cuentan con el suficiente peso para ser creíbles?
Como sea, es una debilidad demostrada por Morena esa desvergüenza ejecutada pues no tenían razón para hacerlo. Y claro está, les resultó contraproducente.
De hecho, los señalamientos hechos por Andrés Manuel López Obrador, sus enojos, arrebatos, pleitos con la prensa, ¿no se parece a esos gritos desbocados de quien se sabe perdedor y se pone los huaraches para justificar y declarar que la mafia del poder no quiere que él llegue a la presidencia en el 2018 y de allí que hayan perdido el Estado de México?
El hecho es que si analizamos los diferentes escenarios veremos que el PRI cuenta con más ventajas que desventajas para seguir al frente del Estado de México, pero la gran pregunta es, ¿le alcanzará para sostenerse en el poder en el 2018?, el contestar esa pregunta amerita otro análisis.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.
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