Opinión

Inconformidad virtual

La percepción es general. La realidad es casi apabullante. La bola de nieve que venía creciendo hace por lo menos 13 años terminó por aplastar la seguridad de los hermosillenses.

No cabe duda que tenemos un problema grave, no tenemos motivos para pensar en que estamos seguros. Definitivamente los capitalinos cargamos un costal repleto de dudas y decenas de preguntas.

La ola creciente en robo a casa habitación, la invasión a propiedad privada, los asaltos con machete y por si fuera poco, los enfrentamientos entre grupos delictivos y policías evidenciando el ajuste del narco en nuestra ciudad, nos ha dejado noqueados sobre piernas, el problema se genera de una serie de circunstancias multifactoriales.

Lo he dicho, y hoy lo sostengo. No es que el alcalde no esté haciendo su chamba, créame, lo conozco, y me consta que no duerme, que la presión que tiene con el compromiso que hizo con los hermosillenses le pesa, quiere arreglar el problema, lo ha intentado de diversos modos, pero las raíces son muchas y los recursos no alcanzan.

Mire usted, cómo cambiar o convencer a un joven que tuvo una familia disfuncional, donde lo golpeaban, donde sufrió maltrato psicológico y por lo tanto no tuvo acceso a estudio. Imagine las carencias que la familia le endilgó. Hoy esa persona no tiene oportunidades de trabajo, está cerca de las drogas y la única salida que encuentran es la de delinquir.

Ahora, ese joven multiplíquelo por 60 mil, el número de familias disfuncionales y con graves problemas, porque la delincuencia no es exclusiva de las invasiones y colonias menos beneficiadas, también se da en la clase media baja, incluso media.

Y ese es solo un ejemplo de porque gran variedad de raíces que han provocado la delincuencia en Hermosillo. Lo que significa que la culpa de esa bola de nieve es de todos, gobiernos, pero también nosotros como sociedad, el núcleo familiar está dañado, las fibras cada vez más desgastadas y la indiferencia cala los huesos tanto que preferimos la comodidad de un teclado para criticar, inconformarnos, pero de manera virtual. Solo por redes sociales.

Y es que el confort que vivimos en estos tiempos ha provocado el sedentarismo social, hemos chispeado tintes indelebles de valemadrismo y hemos dejado las calles por la comodidad del sillón.

Ayer, la marcha o manifestación que se llevó a cabo en las escalinatas del museo de la Universidad de Sonora, manqueó gravemente, si bien es cierto los números evidencian que es preocupante la situación de seguridad, y la percepción, más allá del conocimiento social de cifras es apabullante, la gente no salió como se podría esperar. Hablan de menos de 100, otros dicen casi 200, lo que si es real es que Hermosillo sigue demostrando que somos omisos, apáticos a más no poder.

Y no es que porque no fue la gente esperada, no se deba hacer nada, así haya ido una, es una forma de manifestación y las autoridades deben actuar en consecuencia, no pueden permanecer estáticas.

Me parece que el "Maloro" lo tiene claro. No coincido con esas voces que aseguran y otras que dejan en la frontera de la luz y oscuridad la duda de que este problema ha sido provocado por el mismo gobierno, argumentando que "a más inseguridad más dinero federal", lo que me parece una aberración mental, pues el rostro del Alcalde destila vasta preocupación y sus respuestas salpican las ideas que ha puesto en marcha para intentar menguar la grave situación.

Si hubiera ganado el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano hubiera sido la misma situación, nadie tendría la capacidad de parar esa gigantesca bola de nieve. Sin embargo la oposición toma la bandera y la ondea con agilidad extraordinaria, en lugar de unificar esfuerzos prefieren seguir azotando su látigo.

En cada trienio las cifras subían, nunca bajaron, mire usted, México Evalúa calculó que el 2009 la percepción de seguridad había bajado un 12 por ciento, mientras que en 2012 siguió depreciándose, pues la cifra llegó al 15.7 por ciento. Lo que refuerza mi teoría de la bola de nieve, desgraciadamente para el "Maloro", le tocó a él. Ahora hay que encararlo y solucionar lo que se pueda solucionar.

Tenemos que trabajar como sociedad en la prevención, sociedad y autoridades. Atacar la raíz, trabajar en ello, y los resultados se verán no mañana, ni en diciembre, tampoco al término d ella gestión del Alcalde, quizá tampoco en dos trienios más, pero se estará trabajando para en una generación tener una sociedad sana, mucho más de lo que tenemos hoy en día. De otro lodo llegarán autoridades y lucharán a ciegas contra la delincuencia. Sin resultados. En una sociedad podrida.

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
Cualquier duda, aclaración o crítica, mi correo es jessolfi@gmail.com Twitter @jessolfi_y