En muchos casos sus números le dan la razón, pero en muchos otros, esas predicciones matemáticas terminan hechas jiras en el fondo de la basura.
No son exactas pues, y es que el universo en el que se hacen representa la mínima parte del electorado. Es más, de mil que regularmente se hacen, me pregunto, ¿Cuántos contestan sin razonamiento?, ¿Cuántos no van a votar, pero responden?, incluso, ¿Cuántos anulan su voto?, es decir, lo que te pueden decir en la calle o por teléfono son respuestas rán enclenques que solo sirven para ver el nivel de conocimiento de algunos candidatos.
Sin embargo, las encuestas no definen elecciones, no predicen con vasta precisión a un ganador, solo te dan un panorama de los que pueden ser favoritos, de los que tienen altos niveles de conocimiento, pero que precise un triunfador electoral, no, jamás.
Sin embargo, cuando las encuestas vienen acompañadas por una percepción generalizada, y ves como hasta los que antes daban por muerto a un precandidato ya dudan al responder, sobre todo en un estado donde históricamente los triunfos se los disputan solo dos partidos políticos, entonces es cuando las miradas de alerta empiezan a dar la razón a la oposición.
En Sonora está pasando, el trabajo que ha relanzado Alfonso Durazo en pro de Andrés Manuel López Obrador y Morena esta permeando, y te das cuenta de eso cuando empresarios prominentes se han acercado a Durazo, cuando políticos encumbrados se preocupan por Andrés Manuel.
El trabajo hormiga que ha cavado Alfonso ha llegado hondo, pareciera que nadie lo ve, que no se dan cuenta, o simplemente que prefieren ignorar el avance que ha logrado a lo largo y ancho de la entidad. Pues ese porcentaje de votación en favor de López Obrador, seguramente se elevará, los apoyos han incrementado y los miedos ya empezaron a temblar.
A nivel nacional morena es una palpable realidad, y en Sonora, un estado que se resistía a caer en la tentación de una alternancia diferente, ya coquetea con esa posibilidad, y es que la coyuntura de un Presidente devaluado y un PAN con las entrañas hechas añicos, permite pensar más que en 2006 y 2012 las posibilidades de que Andrés Manuel López Obrador sea el ganador han crecido exponencialmente.
Hoy más que nunca las encuestas retratan una realidad más cercana, y si bien es cierto, insisto, no son determinantes, el desmán que han venido arrastrando los partidos históricos, han permitido que se hayan unido a los millones de "lopezobradoristas", esos del pueblo, los que han sentido en carne propia la endémica situación en que los políticos con sus fallidas políticas públicas y sociales los tienen, empresarios pudientes que no ven otra salida.
Alfonso Durazo está poniendo esa piedra en Sonora, la entidad ve esa posibilidad palpable, y aunque el trabajo de Claudia Pavlovich ha caminado bien, la tela de duda a nivel nacional puede dar al traste con el buen gobierno sonorense.
Morena pues, es más que nunca una opción real, Andrés Manuel se está convirtiendo en esa otra boleta importante, con tintes de triunfo, y eso es inevitable. Los opositores lo saben, por eso no cesan en el golpeteo, y no lo harán, pues saben que es la única forma en que el famoso "Peje" pueda caer. El hartazgo social pulula en los cuatro flancos del país, se nota, se palpa, y el triunfo del de Macuspana se acerca peligrosamente para los opositores que tienen mucho que perder.
Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...
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