No cabe duda que la mandataria sonorense Claudia Pavlovich supo escoger bien a su gabinete, al menos en lo general, y es que una de las cartas fuertes en la función pública administrativa era Enrique Claussen.
Y una de las dependencias más dañadas por el "tsunami padrecistas" fue sin duda el ISSSTESON, donde partieron el árbol e hicieron leña hasta que se hartaron.
Llegó Claussen e inmediatamente se puso al corriente y pudo ver el daño financiero que Teresa Lizarraga le causó al Instituto, un daño que matiza en los pagos a los jubilados y pensionados que lo tienen otra forma de subsistencia.
Empezaron a salir las ratas, la cloaca se destapó y el hedor absorbente a corrupción destiló vastos tintes de impunidad.
Ayer Claussen compartió el pan y la sal con el Colectivo de Reporteros, (Corsa), habló de frente, sin tapujos, me sorprendió su forma de regresar preguntas bañadas con una sutil dosis de tranquilidad, su rostro evidenciaba seguridad, su voz nunca se quebró, es más, respondió con tal firmeza que me extrañó que a nadie de los colegas le surgieron dudas.
Lo que Enrique hizo al golpear las megapensiones que algunos trabajadores y ex trabajadores que han aportado al ISSSTESON durante años, es o muy valiente, o de plano para muchos riesgoso. Lo que nadie le puede negar, es que hizo lo correcto, pues sin esta medida el fondo de pensiones que tomaron en 84 millones y hoy en día lo subió a más de 400, se puede volver a desparramar.
Las reacciones no se dejaron esperar, y es normal, pero no moral, pues Wenseslao Cota Montoya defendió embarrado en vaselina su pensión de más de 140 mil pesos mensuales, lo que a todas luces y con la explicación de Claussen, es legal, pero o nunca como dije, será moral.
Y es que el nivel de vida que alcanzaron más de 50 jubilados y pensionados de más de 80 mil pesos, fue tan gratificante que no quieren perder esos privilegios que los llevaron a tener una vida que en condiciones normales, no les tocaba.
Por ello creo que la mandataria Pavlovich sabe que la decisión de Claussen es la correcta, lo secundó y se aferrarán a que las personas que salgan "perjudicadas" con la reducción de sus pensiones apelen a la moral y al bienestar del Instituto, pues si este se hunde, ni sus megapensiones ni las más enclenques de 2 mil pesos podrán subsistir.
Habló claro, sin duda evidenció la transparencia con la cual quiere ser recordado. Pues desvistió a los deudores, mientras que los Ayuntamientos le deben al Instituto más de 400 millones, la Universidad 160 millones, y el descarado IEE comandado por Guadalupe Taddei, con más de 38 millones de pesos de deuda, sumamos una cantidad escandalosa que adeudan Instituciones que en el papel no deberían tener problema para cubrir esos pagos.
Enrique Claussen sabe que su apuesta va encaminada a la sanidad del ISSSTESON, pero también sabe que pisará cayos endurecidos por las altas esferas políticas que tienen a su protegidos, sin embargo, el Director tiene suficientes polendas como para pegarse el "tiro", veremos si hay represalias "polacas".
El panismo no carbura...
Luego de las elecciones para consejeros Estatales y Nacionales, en lugar de despejar dudas de la corrupción que aún impera en el seno del panismo, golpearon más la credibilidad que tiende de un hilo entre la frontera de la autodestrucción y la composición partidista.
David Galván cosechó más enemigos íntimos, dejó fuera a panistas de cepa, de esos que a través de los años han formado nuevas generaciones y dejaron su huella de algún modo en los anales de la Organización política.
"Chito" Díaz, David Figueroa, Enrique Torres, todos ellos con pasado brillante en el panismo quedaron eliminados por la contienda nacional, y dentro están, muchos y muchas que aún no tienen blasones para ostentar tales responsabilidades.
El PAN no entiende, esta hechando por la borda lo ganado, y luego del mazazo padrecista las cosas siguen igual o peor. Galván tendrá que recomponer el camino si quiere una elección positiva para el 2018, de lo contrario, la debacle será estrepitosa, la caída será libre y hasta el fondo.
Listo... Dios los bendiga, cuide y proteja...
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