Opinión

El manotazo en la mesa

Hace algunas semanas, comentamos en este espacio que el entorno de inseguridad en Hermosillo estaba adquiriendo matices más allá de lo preocupante, y exigía acciones drásticas que consideraran la remoción de mandos y oficiales;

la supervisión efectiva del trabajo policial de campo, el ataque frontal a la corrupción, entre otras cosas.

Un auténtico manotazo en la mesa, decíamos entonces, que el alcalde debería dar para comenzar a corregir el rumbo de una corporación que ciertamente, fue recibida en la quiebra financiera, material y hasta moral; con agentes y mandos que seguían manteniendo vínculos y recibiendo órdenes de sus anteriores jefes políticos, es decir, aquellos que de facto aparecían como operadores del área de seguridad en el municipio de Hermosillo.

Se hablaba con insistencia de los ex diputados locales Perla Suzuki Aguilar y Gildardo Real Ramírez, ambos alfiles del ex alcalde Javier Gándara Magaña. El vínculo con la corporación era la dupla Rasiel Antonio Mendoza Ruiz y Rubén Enrique Navarro Trillas. El primero se desempeñó como jefe de Transito en la pasada administración, hasta julio de 2014, cuando fue asignado a diferentes demarcaciones en esa misma área.

Navarro Trillas, por su parte, fue jefe de la Policía Preventiva desde julio de 2014 hasta terminar la administración de Alejandro López Caballero. Con ellos, se fueron además otros diez elementos de tropa.

La remoción se manejó como ‘renuncia voluntaria’, aunque en realidad fueron removidos de sus puestos y asignados a otras tareas de menor jerarquía.

El alcalde Maloro Acosta comenzó un proceso de depuración removiendo a un par de mandos medios y fortaleciendo, con el apoyo de la federación y el gobierno del estado, el equipamiento y parque vehicular de la corporación, de manera que, por ejemplo, de 30 patrullas en condiciones de trabajar que recibió de la anterior administración, hoy se cuentan 160 en servicio y se espera cerrar el año con una cifra cercana a las 200. También han sido separados de sus cargos unos 60 agentes que no acreditaron razones para portar el uniforme.

Pero la situación no cambiaba sustancialmente y, antes bien, eventualmente parecía empeorar.

Los problemas relacionados con la seguridad pública siempre han estado presentes en Hermosillo y las principales ciudades del estado, pero en tiempos de redes sociales se disparan exponencialmente, sobre todo si existe además, complementariamente, un interés político en explotar el tema, como evidentemente sucede en Hermosillo.

Hace apenas un par de semanas, el alcalde presentó al cabildo una terna de la que fue escogido por unanimidad Fernando Beltrán Pérez como comisario de la Policía Municipal. Sustituyó en el cargo a Ramsés Arce Fierro, quien regresa a su plaza en la Policía Estatal.

Este relevo fue ‘saludado’ al día siguiente con la difusión de un video en el que aparecen varios agentes dando una tunda a un motociclista, sin mayores protocolos que la finta-patada-descontón, muy útiles para casos extremos, por ejemplo un pleito entre cholos.

El agente principalmente involucrado había informado oficialmente que el motociclista estrelló su biciclo en la patrulla, aunque luego el video mostró que fue el agente quien lo arrolló, para desatar después el zafarrancho que involucró a otros vecinos y agentes que llegaron de refuerzo. Las cosas, por lo visto, seguían igual.

Ayer el alcalde encabezó un evento en el que anunció una estrategia de continuidad a la serie de acciones que se habían venido dando más bien de manera dosificada y que no estaban arrojando los resultados esperados.

Conviene resumir los siete puntos que forman parte de esta estrategia, sobre todo por la contundencia de algunos de ellos y la relevancia de otros, como el relativo a la evaluación permanente, misma que no sólo estará en manos de las autoridades, sino de los propios ciudadanos y por ello es preciso dejar por escrito lo acontecido esta fecha, para ver posteriormente cómo evolucionan.

La primera acción tiene que ver con el cambio de todos los mandos medios en la corporación, una demanda que por cierto se había venido exigiendo desde varios frentes ciudadanos y algunos círculos de especialistas donde se sostiene que buena parte de los problemas residen en las prácticas viciadas que prevalecen en esos mandos medios y que a su vez permean hacia abajo a toda la tropa.

La segunda acción es la evaluación, para lo cual se considerarán elementos como el Informe Policial Homologado, Robo de autos con violencia y sin violencia, Robo a comercios con violencia y sin violencia, Robo a casas habitación con y sin violencia, Denuncias atendidas, Número de detenciones y Tiempo de respuesta.

Como tercera acción se encuentra la cero tolerancia ante actos de corrupción y/o ineficiencia de los elementos, con lo que el alcalde sentenció que quien no dé resultados se va, y para documentar los hechos anunció el cese de 35 elementos que no aprobaron el examen C3.

Se van a reforzar los programas que han dado resultados y habrá una capacitación permanente y obligatoria para que sea la inteligencia policial la principal arma en la prevención y el combate a la delincuencia; se ‘oxigenará’ el cuerpo policiaco para contar con elementos comprometidos y con una nueva cultura del servicio policial.

De hecho, allí mismo el alcalde presentó a 45 nuevos elementos recién egresados del Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado (ISSPE), que se incorporan desde ya a labores propias de su carrera.

Por último, anunció un plan de redignificación policial que estimule a los agentes más entregados a su servicio, ofreciéndoles más y mejores herramientas para su desempeño, así como un nuevo sistema de otorgamiento de grados, transparente y meritorio; blindado contra el amiguismo y la corrupción.

La estrategia luce muy completa y ataca todos los flancos, especialmente los más débiles y sobre los que la ciudadanía exigía acciones concretas y efectivas. Hay que esperar ahora su implementación, y ver los resultados en el corto y mediano plazo.

II

Hoy estará el presidente de la República, Enrique Peña Nieto en el puerto de Guaymas. Asistirá a la botadura de dos embarcaciones de la Marina, una de ellas, por cierto, que ya había amadrinado la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano.

Estaremos reportándoles los avatares de esta gira, desde el bello puerto.

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Arturo Soto Munguía

Arturo Soto Munguía

El Zancudo... No mata, pero hace roncha