Opinión

David Galván: ¿lunes de deslinde?

Se pondrá interesante este lunes el desayuno que ofrece la nueva dirigencia estatal del PAN en Sonora, encabezada por la dupla David Secundino Galván Cázares y Alejandra López Noriega.

Ambos fueron electos por la militancia el pasado siete de agosto, en una jornada donde apenas votó el 52 por ciento del padrón panista, pero Galván se alzó con el triunfo por encima de Ernesto Munró Palacio y Adrián Espinoza Espinoza, a quien le endosan el padrinazgo de los grupos de choque utilizados al cierre de las casillas para reventar la elección violentamente, cuando ya la veían perdida.

De los 13 mil 042 votos contabilizados, David Galván obtuvo 7 mil 135; Munró 3 mil 108 y Espinoza, 2 mil 579.

La amplia ventaja con la que ganó, sin embargo, lejos de darle legitimidad a su liderazgo, lo colocó en el centro de la crítica toda vez que los candidatos perdedores alegaron el uso y aviso de prácticas clientelares y mapacheriles que al final, hicieron imposible mantener la unidad en el partido. Ninguno de los perdedores aceptó la invitación a sumarse al equipo ganador. Las heridas están abiertas aún.

Alegan que la cargada financiada y operada con apoyos de la dirigencia nacional, concretamente por parte de Damián Zepeda Vidales y validada por Ricardo Anaya, se tradujo en el triunfo de los mismos que llevaron a PAN a la derrota electoral en 2015, cuando perdieron la gubernatura y la capital del estado, así como otros importantes municipios.

Claro, hay quien sostuvo que en realidad, todos los participantes en esa contienda tuvieron relación con tan sonada derrota, pero sobre todo, con los verdaderos motivos de la misma, que se resumen en un ejercicio de gobierno signado por la corrupción, el abuso, la arrogancia, la prepotencia y en general, todos aquellos casos que hoy tienen en la cárcel a varios de sus protagonistas; en fuga a otros tantos y al ex gobernador Guillermo Padrés escondido en algún lugar del mundo, buscado por la policía mexicana y con una ficha roja girada por la Interpol, para su localización, detención y en su caso, extradición.

Son varios los temas sobre los que seguramente será abordada la nueva dirigencia estatal, que rindió protesta hace unos días en un acto casi privado, sin prensa. Un ritual protocolario en el que no aparecieron los candidatos derrotados ni gente de sus equipos.

Y uno de esos temas será precisamente el de la unidad, el de la ‘operación cicatriz’ que se ve difícil, sobre todo considerando que la primera tarea que tendrá a cargo la nueva dirigencia es la de renovación de 32 comités municipales y lanzar las convocatorias para elegir a los nuevos integrantes de los Consejos Nacional y Estatal de ese partido.

Si por la víspera se saca el día, los nuevos dirigentes municipales y consejeros nacionales y estatales del PAN Sonora serán impulsados desde el grupo que conquistó la dirigencia estatal, lo que seguramente abrirá una nueva zona de conflicto con corrientes que se sienten excluidas, y que eventualmente podrían registrar candidaturas, sólo para reeditar los términos de elecciones hechas a modo, aunque seguramente disputarán algunos espacios en las zonas donde tienen cierta presencia.

El tema de Guillermo Padrés, ineludible. La nueva dirigencia tendría que fijar una postura contundente respecto al ex gobernador, pues lo que hasta ahora se ha repetido como cliché son enunciados a favor de la presunción de inocencia, promesas de no proteger a quien haya cometido un delito y un discurso de victimización que los sonorenses no han ‘comprado’ habida cuenta la pesada carga de las evidencias contra el ex gobernador y varios de sus principales colaboradores.

Y es que las cosas han cambiado en los últimos días. Al ex gobernador ya se le giró una orden de aprehensión y la PGR le sigue los pasos; pero hasta la Interpol ha girado una ‘ficha roja’ para localizarlo en casi 200 países, presumiendo que pudo haber viajado a alguno de ellos para esconderse; señalan algunos de centro y Sudamérica, así como Estados Unidos, Canadá y varios países de Europa.

Padrés Elías cumple 20 días en calidad de prófugo de la ley, acusado de delitos graves, y hasta en su propio partido ya se comenzó a perfilar el deslinde, después de que la Comisión Anticorrupción que preside Luis Felipe Bravo Mena decidió suspenderle sus derechos como militante.

Guillermo Padrés enfrenta en su partido, la triste paradoja de pasar en unos cuantos meses, de ser uno de los principales financieros de campañas internas y constitucionales, a ser una papa caliente que nadie quiere tener cerca. Salvo alguno que otro fundamentalista del latrocinio, pero esas son piezas más bien menores e igualmente desacreditada.

Pero la mayoría andan por la vida agachando la cabeza en búsqueda del más bajo perfil, o de plano han desaparecido del radar, como el mismísimo Juan Valencia Durazo, ex dirigente estatal que también trae la lumbre muy cerca de los aparejos por el caso de los terrenos del Vado del Río, que son toda una historia aparte.

La detención del ex gobernador es inminente y, en algún sentido, a los panistas eso podría favorecerles, considerando que una vez encarcelado, tendrían la oportunidad de desmarcarse por fin del hoy prófugo, deshaciéndose hasta donde puedan, del pesado fardo que les significa cargar con una figura tan desprestigiada, sobre todo cuando están en la ruta de la competencia por la presidencia de la República, que es la canasta donde están poniendo todos los huevos, dicho sea sin albur y con todo respeto.

Es un caso muy parecido a lo que le sucede al PRI con Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz, quien enfrenta acusaciones similares a las de Padrés y a quien su partido también ya le suspendió sus derechos como militante.

Y es que nadie, medianamente cuerdo, podría cruzar el río de una campaña electoral, llevando encima un costal de piedras como son en estos momentos el veracruzano y el sonorense: Javier Duarte y Guillermo Padrés. Eso sin contar con que los priistas tienen además casos de ex gobernadores como Rodrigo Medina, de Nuevo León, César Duarte, de Chihuahua, como otros emblemáticos de la corrupción y el mal gobierno.

Este lunes a las nueve de la mañana, David Galván y Alejandra López Noriega sostendrán un encuentro con representantes de los medios de comunicación, en el que se tocarán estos y otros temas. Por allá nos vemos.

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Arturo Soto Munguía

Arturo Soto Munguía

El Zancudo... No mata, pero hace roncha