Opinión

Café Internet: El sexenio perdido en el deporte

Por Allan de la Rosa

Históricamente el deporte es una de las áreas más olvidadas por los Gobiernos Estatales, esto a pesar de la importancia que representa en varios aspectos de la sociedad, como la seguridad, salud y educación.

El sexenio de Claudia Pavlovich Arellano que está por terminar, se puede catalogar de manera perfecta como el sexenio perdido en el deporte, pero antes de explicar por qué, me gustaría exponer una serie de antecedentes y contextos en los últimos cuatro sexenios, para que entiendan mejor este fenómeno.

Mi análisis arranca desde el sexenio de Armando López Nogales, pues en 1999 me inicié como reportero de la fuente deportiva, precisamente cubriendo los eventos en ese entonces del Instituto Sonorense del Deporte y la Juventud (Isodej), mismo que posteriormente se convirtió en Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson).

Desde entonces, me ha tocado presenciar y analizar las fortalezas y debilidades de cada uno de los siguientes sexenios, los cuales a continuación les explicaré.

Cascareando con el Gober

Durante el sexenio de Armando López Nogales estuvieron como directores primero Miguel Tadeo Nichols Flores y posteriormente lo cerró el nogalense Francisco Mendívil.

Esta administración fue muy importante para el deporte de alto rendimiento en Sonora, pues fue cuando se trajeron nuevos deportes al Estado y se construyeron unidades deportivas de gran importancia, como la Unidad Deportiva Ana Gabriela Guevara y el velódromo.

El alto rendimiento en Sonora tuvo su auge durante este sexenio, gracias a la inclusión en la Codeson de Alejandro Isasi, cubano que en verdad les digo era un genio en el tema de la metodología deportiva, tan así que todavía algunos de sus proyectos se siguen aplicando en el Estado.

Además de lo anterior, a nivel popular se implementó uno de los proyectos más exitosos en el deporte, el llamado Torneo “Cascareando con el Gober”, en donde participaban cientos de equipos en todas las colonias de Hermosillo, algo que le trajo grandes beneficios al tema de la activación física entre niños y jóvenes.

Nichols Flores fue un excelente director, muy apasionado, además de que era muy allegado al gobernador Armando López Nogales, pero desafortunadamente estaba rodeado de personas muy dañinas y eso le terminó cobrando factura.

Miguel Tadeo Nichols vivió uno de los más grandes escándalos que ha sufrido un director de la Codeson, cuando en un suceso bastante extraño, se le encontró según los reportes policiales en ese entonces, una pequeña cantidad de cocaína en su maletín personal.

Y digo extraño porque esa noche, Miguel Tadeo Nichols se encontraba en el Estadio Héctor Espino viendo un juego de los Naranjeros, cuando un sujeto quebró el vidrio de su carro para robarle el maletín.

Elementos de la policía, no sabría decirles si estatal o municipal, detuvieron posteriormente al delincuente, le quitaron el maletín y al abrirlo encontraron supuestamente la droga.

Se hizo en ese entonces un escándalo de grandes dimensiones, que pensamos que terminaría en el cese de Miguel Tadeo Nichols de la dirección de la Codeson, lo cual no fue así, si mal no recuerdo lo aguantaron alrededor de un año más y antes de que finalizara la administración lo cambiaron por Francisco Mendívil.

Con Pancho Mendívil las cosas fueron muy diferentes, el nogalense dedicó más su tiempo a fortalecer al personal de la misma Codeson, muchos de ellos lo recuerdan como un gran director, pero no por lo que hizo en el deporte, sino por el buen trato que les dio.

Francisco Mendívil siempre estaba atento de las necesidades de los empleados de la Codeson, les proporcionaba todo lo que necesitaban, ellos estaban contentos y lo agradecían con buenos resultados en su trabajo.

Hablando ya en modo general de este sexenio en el deporte, podemos destacar que se sentaron las bases en el alto rendimiento, se implementaron nuevos deportes en Sonora, se hizo infraestructura y se generó una expectativa por brindar buenos resultados en las Olimpiadas Nacionales, evento donde muchos estados miden sus avances.

Además de lo anterior se estableció el presupuesto de 89 millones de pesos anuales para la Codeson, que en ese entonces era bueno, pero que hoy en día es insuficiente por detalles que más adelante vamos a exponer.

Llega la “Ola Roja” a Sonora

La llegada de Eduardo Bours al gobierno del Estado y el nombramiento de Carlos Rodríguez Freaner como director de la Codeson, le trajo una frescura al deporte sonorense, pues se combinaron de manera perfecta los resultados cosechados gracias a las bases impuestas de Nichols Flores con un tema nunca antes visto en Sonora, que es la mercadotecnia deportiva.

Durante esta administración se originó la llamada “Ola Roja” la cual generó un orgullo en la sociedad por el resultado de sus atletas, mismos que fueron creados durante el sexenio anterior a ese, pero que empezaron a generar resultados durante el de Eduardo Bours.

En este sexenio se fortalecieron dos cosas, el alto rendimiento y la mercadotecnia deportiva, y aunque se construyeron algunas áreas como el campo de hockey sobre pasto, el gimnasio de alto rendimiento y la Villa Olímpica, en general la infraestructura deportiva no se vio muy favorecida, pues prácticamente todas las obras se quedaron en Hermosillo y el resto de Sonora quedó en el olvido.

Carlos Rodríguez Freaner se frustró una y otra vez al no poder llegar a las 100 medallas de oro en la Olimpiada Nacional en este sexenio, algo que curiosamente no pudo festejar, pues cuando se logró ese número en el 2009, ya no era director de Codeson, sino candidato a diputado.

En lo personal, el mejor resultado que dio este sexenio, fue el que se logró en el 2005, cuando Sonora quedó en tercer lugar en la Olimpiada Nacional, solo por debajo de Jalisco y Nuevo León, cuando Baja California aún no era potencia, ya después nos pasó por encima en todas y cada una de las Olimpiadas Nacionales posteriores.

En general, aunque con sus fallos, el sexenio de Eduardo Bours en el deporte fue bueno, se puede destacar el alto rendimiento, el deporte popular no brilló mucho a pesar de que se organizaron eventos en colonias en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública y en infraestructura el resultado fue pobre.

La actuación de Carlos Rodríguez como director fue de muchos altibajos, la mayor parte mostró una política de puertas cerradas, era muy complicado encontrarlo para una entrevista, pero en general se puede destacar por mantener el orden en la dependencia.

De su relevo Daniel Hidalgo Hurtado no hay mucho qué hablar, solamente llegó para cerrar el sexenio, mantuvo las mismas políticas de Carlos Rodríguez y cerró con algunos problemas e incumplimientos en el pago a proveedores en la realización de la Olimpiada Nacional del 2009.
Llega la Fuerza Sonora

En el 2009 Sonora vivió por primera vez la transición en un Gobierno del Estado, hecho que también vino a darle un giro al deporte.

Al igual que con Carlos Rodríguez Freaner, llegó como titular de la Codeson un desconocido en el deporte, Vicente Sagrestano, hecho que de entrada no fue del agrado de muchos presidentes de asociaciones deportivas.

Pero la visión de Sagrestano Alcaraz para desarrollar el deporte era muy diferente a la de Carlos Rodríguez, su ventaja recaía en que a diferencia del “Bebo”, el “Vinko” contaba con una mayor facilidad para bajar recursos tanto estatales como federales, algo de suma importancia en una dependencia con un raquítico presupuesto de 89 millones de pesos al año.

Vicente Sagrestano no le apostó en su totalidad al alto rendimiento como lo hizo Carlos Rodríguez, tampoco lo descuidó, pues en el 2011 repitió la hazaña de lograr 100 medallas de oro e incluso con más mérito pues lo hizo de visitante.

Sagrestano Alcaraz le metió más a la infraestructura deportiva y al deporte popular, pero no solamente en Hermosillo sino en todo el Estado.

Este director se acomodó rápido en la Codeson y pronto se empezó a mover como pez en el agua, aunque cuando empezaba a levantar vuelo sufrió un escándalo que lo bajó de su nube, todo generado al parecer por dos o tres personas que le habían incluido en su equipo que no lo veían con buenos ojos.

Este escándalo creció debido a una denuncia ante la contraloría estatal y se originó cuando a un grupo de empleados se le ocurrió festejar un cumpleaños en una pequeña área del Centro de Usos Múltiples (CUM), el evento era pequeño, con apenas diez o quince personas, pero fue sobredimensionado en los medios de comunicación, convirtiéndose en el único escándalo de Sagrestano en su sexenio.

La administración de Vicente Sagrestano siguió y su permanencia fue benéfica, pues se dejó venir para Sonora importante infraestructura deportiva, como nuevas pistas de tartán, Ciudad Deportiva en Guaymas, Centro de Alto Rendimiento en Agua Prieta, Gimnasios de Basquetbol y Box en Nogales, Unidad Deportiva en San Luis Río Colorado, Pabellón de Box y de Tiro con Arco en Hermosillo, además de otra Unidad Deportiva en la Ley 57, sin olvidar también la Unidad Deportiva del Coloso.

Pero la joya de la corona fue el monumental Estadio Sonora, una de las obras más importantes en las últimas décadas en el Estado.

Ya después Vicente Sagrestano cerró el sexenio como boxeador amateur, con una pelea ante la leyenda Julio César Chávez a quien sacó del retiro, en un evento que se recolectaron juguetes para los niños de bajos recursos.

Hay que destacar que en este sexenio se organizaron varios eventos nacionales e internacionales, como las Olimpiadas Especiales, Panamericano de Hockey sobre Pasto, función de lucha libre de la WWF, juegos de Grandes Ligas y la impresionante Serie del Caribe donde México se coronó en el Estadio Sonora.

De hecho fue en este sexenio donde se vivió por última vez un juego de beisbol de Grandes Ligas, si mal no recuerdo entre los Diamondbacks y los Rockies.

En general este sexenio en el deporte fue bueno, pues dejó mucha infraestructura deportiva, además de que sus eventos dejaron una buena derrama económica en el Estado.

En lo referente al alto rendimiento se lograron buenos resultados y el deporte popular fue bastante bueno.
Vicente Sagrestano como director dio una buena sorpresa, querido por muchos y odiado por otros, se convirtió en el dirigente del deporte que más recursos bajó para la infraestructura deportiva y quien se atrevió a soñar en grande con la construcción del Estadio Sonora y posterior organización de la Serie del Caribe en Hermosillo.

Llega la catástrofe en el deporte

Les voy a ser sincero, luego de tres buenos sexenios en el deporte sonorense, con un trabajo que en verdad le fue aportando a la sociedad, tenía expectativas muy altas en la administración que se venía de Claudia Pavlovich.

Por qué lo digo, pues por primera vez se nombró como director a una persona con experiencia en la administración deportiva, un hombre que ya había trabajado en dos de las administraciones anteriores y que lo había hecho bastante bien.

El profesor Genaro Enríquez llegó con altas expectativas de que haría un buen trabajo al frente de la Codeson, se le notaba apasionado y con muchas ganas de revivir la euforia presentada por la “Ola Roja” durante el sexenio de Eduardo Bours del cual él fue parte.

Pero al mismo tiempo, y lo digo por información que me dieron personas cercanas a él, Enríquez Rascón regresó con mucho coraje y sed de venganza, pues seis años antes había sido despedido por Vicente Sagrestano.

De entrada Genaro Enríquez inició su administración con el lema “Recuperando la Grandeza del Deporte” lo que generó todavía más una alta expectativa de que convertiría a Sonora en toda una potencia nacional.
Debido a todas estas señales, se le dio un rango mayor en cuanto a la obtención de resultados, en la primera Olimpiada Nacional se tuvo un pésimo resultado, en la segunda también, Sonora empezó a caer estrepitosamente en posiciones y la grandeza que había prometido no llegaba.

Con recursos y proyectos que le había dejado la administración anterior, logró ponerle butacas al Estadio Héroe de Nacozari, pero en general sus pocos proyectos de infraestructura deportiva se limitaron a construir una barda en el CUM que costó más de 20 millones de pesos.

Genaro Enríquez no pudo bajar recursos para el deporte y esto fue a causa de que entrando a tomar la batuta, se enemistó con personajes claves para hacerlo, como Alfredo Castillo de Conade y posteriormente Ana Gabriela Guevara.

Sin recursos para obra deportiva, buscó destacarse en el alto rendimiento, pero sus decisiones en cuanto a su equipo no fueron las mejores, además de que sufrió una fuerte división al interior de la misma Codeson.

Todo esto se empezó a reflejar en pésimos resultados en el deporte sonorense y escándalos como el que sucedió en una Olimpiada Nacional en Quintana Roo, en la que por ahorrarse unos pesos, hospedó a un grupo de niñas en un hotel en una zona de peligro de Cancún, mismas que fueron secuestradas por un grupo de tratantes de blancas.

Afortunadamente y gracias a las autoridades estatales de Quintana Roo, no pasó una desgracia y las niñas deportistas fueron rescatadas.

Con Genaro Enríquez tampoco hubo eventos de gran trascendencia, y no hablemos del deporte popular, prácticamente no existió en todo el sexenio.

La gobernadora Claudia Pavlovich en verdad que le tuvo mucha paciencia a Genaro Enríquez, muchos no nos explicábamos cómo lo ponían mantener en la Codeson.
Además de todos estos fenómenos, su relación con la mayoría de los empleados de la dependencia se convirtió en una tortura para muchos.

Con las puertas siempre cerradas, los trabajadores de la Codeson añoraban los buenos tiempos vividos con Francisco Mendívil, Carlos Rodríguez y Vicente Sagrestano.

Sin dinero para operar, sin un proyecto de alto rendimiento, sin obra y sin actividades en el deporte popular, la Codeson se empezó a convertir en una dependencia gris, sin protagonismo y lo peor de todo con una pandemia que estaba por iniciar.

El Covid vino a recrudecer en el 2020 el pésimo trabajo que se venía haciendo en la Codeson, sus funciones se detuvieron y se quedaron algunas actividades esporádicas, sobre todo transmisiones en redes sociales de parte del equipo de comunicación.

Lo crudo de la pandemia recayó sobre todo en los empleados de más bajo rango en la Codeson, pues muchos de ellos empezaron a sufrir el atraso de sus quincenas o incluso la falta de estos pagos.
Aquí es donde se originó una de las injusticias más grandes en la historia del deporte sonorense, en donde el ex seleccionado nacional de judo, Claudio Zupo, perdió de manera trágica su vida.

Claudio Zupo, un hombre humilde, un gigante con mucha nobleza, empezó a exponer una serie de injusticias que lo tenían sumergido en la desesperación, pues ante el atraso de su pago en la Codeson, no tenía cómo mantener a su hijo.

Todo empeoró cuando Claudio Zupo contrajo Covid, sin dinero ni para comer y en un acto desesperado, grabó un video y lo subió a redes sociales, en donde exponía que la Codeson lo había abandonado, que lo había despedido precisamente cuando sufría los efectos de esa terrible enfermedad, aun cuando la Gobernadora Claudia Pavlovich había asegurado que eso no sucedería.

Aquí es donde Genaro Enríquez, un padre de familia, con fuertes valores religiosos, no mostró una respuesta a la altura de sus condiciones, pues minimizó el incidente y aunque sí ordenó que le llevaran una o dos veces despensa, no le brindó el apoyo tanto médico como monetario para que Claudio saliera adelante.

Dos semanas después de grabar el video, y horas después de la muerte de su madre por Covid, Claudio Zupo falleció el 24 de julio de 2020.

Este incidente vino a cerrar un negro capítulo en la historia del deporte sonorense, con un Genaro Enríquez renunciando a la Codeson semanas después, dependencia de la que se hizo a cargo Gabriel Tapia hasta la fecha, un hombre sin conocimientos en el deporte que simplemente llegó para concluir el sexenio en esa dependencia, sin grandes acontecimientos.

Urge un verdadero rescate al deporte

Hay mucho trabajo por hacer en el deporte sonorense, quien sea designado por el gobernador electo Alfonso Durazo en verdad que se va sacar la rifa del tigre, aun así tendrá una magnífica oportunidad para recuperar lo perdido en los últimos seis años.

Como experiencia personal y después de analizar a la Codeson en los últimos cuatro sexenios, podemos confirmar que el perfil del titular de esta dependencia debe ser bastante apasionado y extrovertido, debe de ser una persona no que tenga profundos conocimientos en la administración deportiva, sino en la generación de oportunidades y la construcción de alianzas con los personajes adecuados para poder bajar recursos y poderlos aplicar al deporte.

La Codeson sigue con un presupuesto de 89 millones de pesos, algo insuficiente en comparación con potencias como Jalisco, Nuevo León y Baja California, que tienen más de 600 millones de pesos disponibles al año.

Estos recursos no solamente se deben aplicar a los atletas de alto rendimiento, deben de ser destinados a fortalecer el deporte popular en las colonias, sacar a los jóvenes y niños de la obesidad causada por casi dos años de encierro en sus casas debido a la pandemia.

Recursos que se deben bajar y aplicar en mejorar la infraestructura deportiva, rescatar los parques que se están cayendo solos, y generar las condiciones para captar más talentos en las escuelas.

El nuevo director no solo debe de tener la viveza para gestionar más recursos en el gobierno estatal y federal, sino también para generarlos, pues muchos no saben que la Codeson puede generar sus propios recursos con la renta de instalaciones deportivas y otras actividades que el espacio en esta columna no me permitiría enumerar.

El dirigente del deporte debe saber priorizar todos los rubros, de nada sirve apostarle todo al alto rendimiento si sus logros no son dados a conocer entre la juventud para que sirvan como ejemplo de superación.

El nuevo director debe saber implementar un fuerte proyecto de deporte popular no solo en Hermosillo, sino en todo Sonora y al mismo tiempo rescatar todas las unidades deportivas que fueron olvidadas en los últimos años.

El consejo es que quien llegue a la Codeson no debe de construir castillos en el aire, sino edificar cimientos sólidos, empezar desde abajo en todas las áreas, alto rendimiento, deporte popular, infraestructura deportiva, mercadotecnia deportiva e imagen, generar como ya sucedió, un orgullo entre la población por sus deportistas.

Se viene mucho trabajo, pero estamos convencidos que en base al proyecto de Alfonso Durazo, quien llegue a tomar las riendas de la Codeson, lo hará bastante bien, esperemos que así sea por el bien de los niños, jóvenes, deportistas y apasionados al deporte.

*El autor de esta columna es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con más de 20 años de experiencia como reportero, editor, productor y jefe de redacción en los medios de mayor importancia del Noroeste de México.

Contacto: delarosahmo@gmail.com

Fuente: Allan de la Rosa