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Se mantiene el aporte Naranjero a los inmortales de la Serie del Caribe

El recinto fue establecido en 1996 por Juan Francisco Puello Herrera, el cual tiene por objetivo honrar a los peloteros más destacados en la Serie del Caribe

Con la llegada de cada mes de noviembre los aficionados al beisbol caribeño se preguntan, quiénes serán los nuevos inmortales del Pabellón de la Fama, honor que sólo unos cuantos tienen el privilegio de gozar y hay que tener innumerables méritos para figurar ahí.

Por su parte la afición hermosillense está de plácemes por la inducción de un Naranjero más, refiriéndonos desde luego a Enrique Mazón Rubio, presidente del equipo y un incansable apasionado del rey de los deportes que año con año arma equipos muy competitivos en la Liga Mexicana del Pacífico.


El recinto fue establecido en 1996 por Juan Francisco Puello Herrera, comisionado de la Confederación de Beisbol del Caribe, y el cual tiene por objetivo honrar a los peloteros más destacados que han logrado hechos significativos en la Serie del Caribe, así como los esfuerzos de las personas que han contribuido a su desarrollo.

Primera generación

El primer pelotero mexicano en figurar ahí fue el inmortal Héctor Espino González, por mucho el elemento más icónico de Naranjeros de Hermosillo y definitivamente uno de los más importantes de la baraja nacional, ya que también tuvo una brillante carrera en la liga veraniega.

El “Supermán de Chihuahua” fue encumbrado junto al dominicano Rico Carty, el cubano Camilo Pascual y el estadounidense Willard Brown, marcando la pauta para el resto de los elegidos por sus méritos en las realizaciones de la llamada “Pequeña Serie Mundial Latinoamericana”.

Le siguieron varios
Con el paso de los años llegó el 2005, donde más figuras que vistieron la franela naranja se incluyeron como el caso de Juan Navarrete (hoy manager del equipo) y quien representó dignamente al conjunto mexicano en cinco series caribeñas, formando parte de un club élite de jugadores.

Por fuera del campo pero también involucrados de alguna forma con el conjunto hermosillense fueron encumbrados el ejecutivo Horacio López Díaz y el ampayer Víctor Sáiz, dos elementos que vivieron muchas noches en el mítico estadio “Héctor Espino” y que representaron a México en varias justas internacionales.

Una año después vino el nombramiento para el tremendo Celerino Sánchez, otro de los grandes íconos del beisbol azteca y quien fue una de las brillantes figuras de la Serie del Caribe, con importantes apariciones en el terreno de juego.

En 2007 llegó el turno para “El Almirante” Nelson Barrera, destacado elemento en las ligas mexicanas de beisbol y quien dio grandes tardes de cañonazos en cinco ediciones de la competencia, razón por la cual marcó su nombre en la historia del deporte.

2009 cambió la regla
Casi para terminar la primera década del siglo XXI, cambió la regla del Pabellón de la fama indicando que sólo serían encumbrados elementos del país que ese año fuera sede de la Serie del Caribe, así que dos mexicanos más fueron elegidos, curiosamente ambos militaron también con Naranjeros de Hermosillo.

Nos referimos a los brillantes lanzadores Eduardo Acosta y Mercedes Esquer, el primero de estos tuvo participación en 3 competencias caribeñas y el segundo totalizó 7 apariciones, ambos dejando huella imborrable en aficionados y directivos que no dudaron en incluirlos en el recinto de los inmortales de ese año.

Uno de cuatro en 2013

Conforme a la regla pasaron cuatro años para que México viera nuevos miembros en el Pabellón de la Fama, donde sólo uno perteneció a Naranjeros. Nos referimos una de las máximas figuras aztecas en Grandes Ligas, Fernando Valenzuela, quien después de terminar su etapa en la gran carpa vino a engrosar la filas de Naranjeros alcanzando 3 series y con importante participación en cada una de ellas, mucho más allá del nombre que portaba.

Indirectamente colocamos a los directivos Renato Vega y Arturo León Lerma, este último vio sus últimos años en el mundo activo del beisbol siendo presidente deportivo de Naranjeros, donde cosechó grandes satisfacciones para el exigente club de la capital sonorense.

Doblete del 2017 y 2018
Por cuestiones de organización o falta de ésta según el punto de vista de cada quien, México fue sede de dos clásicos consecutivos en Culiacán y Guadalajara respectivamente, donde se sintieron como en casa los representantes puertorriqueños Criollos de Caguas, quienes se levantaron con el campeonato.

En lo que respeta recinto de los inmortales fueron encumbrados varios ex naranjeros encabezados por el timonel Benjamín “Cananea” Reyes, figura que para muchos tardó en ser incluido ya que fue quien llevó a Hermosillo y México a su primer título caribeño en 1976, además de que diez años después consiguió lo propio, pero en ese 1986 fue con Águilas de Mexicali.

Le siguieron otros elementos icónicos con Miguel Flores, quien por muchos años estuvo a cargo de la segunda almohadilla naranja, y junto a él los cañoneros Vinicio Castilla y el nativo de la capital sonorense Erubiel Durazo.

El siguiente año alcanzó la gloria el eterno Cornelio García, quien por décadas ha vestido la casaca anaranjada como jugador y hoy en día se desempeña como coach del equipo de sus amores con quienes lleva toda una vida.

Es así como tenemos el recorrido de grandes figuras del equipo más laureado de la hoy llamada Liga ARCO Mexicana del Pacífico, que será encargada de la organización de la próxima serie caribeña a celebrarse en Mazatlán, Sinaloa, esto si las condiciones de salud por el rebrote de Coronavirus lo permiten.

Fuente: Carlos Oceguera | El Sol de Hermosillo